lunes, 15 de marzo de 2010

La Iniciación vista como Evento Cósmico

Luego de haber pasado por la Cámara de Reflexión, el aspirante a Iniciado se enfrenta por primera vez al simbolismo de la muerte, de la tumba, y la posibilidad latente de convertirse en un nuevo ser iluminado, o seguir eligiendo la oscuridad, las sombras.

Es el momento de tomar conciencia del mito de la caverna de Platón, y desde la oscuridad poder elegir si creer que las sombras conocidas son la verdad, o la luz desconocida, temida, recelada que hasta ese día se encuentra afuera; puede estar mostrando otra verdad. Una verdad distinta, profunda, perenne, amplia, inquietante, solo alcanzada por la imaginación limitada, que tienen los que viven dentro de la caverna.

En los Templos de Misterios del Antiguo Egipto, en un Rito llamado La Puerta de la Muerte, el candidato era atado a una cruz de madera y llevado a una cripta subterránea, en la que permanecía en trance durante tres días y medio. Durante ese intervalo, mientras su cuerpo físico permanecía inerte, el Ser espiritual encerrado en sus vehículos sutiles viajaba concientemente en el Mundo del Deseo o Mundo Astral, guiado por los hierofantes que lo tenían a su cargo.

Al principio el neófito se asustaba de los elementos, pero el Iniciador estaba presente para darle seguridad y ayuda.
Al surgir el cuarto día, se lo llevaba a una plataforma principal, donde los primeros rayos del Sol naciente lo despertaban de su sueño. Cuando se despertaba, se le daba “la Palabra” y se lo llamaba el “Primer Nacido”.

Una parte de este Rito se transmite en cada grado de Iniciación en la Masonería, y en el Tercer Grado se simboliza con la muerte y la resurrección de Hiram Abiff, el “Hijo de la Viuda”, el Gran Arquitecto del templo de Salomón y héroe de la leyenda masónica.

Uno de los mas destacados escritores de la masonería, el francés Jean Marie Ragón, nos dice que la leyenda de Hiram es una alegoría astronómica que representa al Sol desde el Solsticio de verano en adelante.
Dice Ragón: “Durante el verano el Sol hace emitir cantos de gratitud a todo lo que respira, y de ahí que Hiram que lo representa pueda dar la Palabra, es decir el verbo, la vida de todo. Entonces el Sol entra en los signos australes al decaer el equinoccio, la Naturaleza enmudece, e Hiram, el Sol, ya no puede dar mas la Palabra sagrada.
Allí se encuentra con los tres asesinos: los signos Zodiacales, Libra, Escorpio y Sagitario, por los que pasa el Sol en Octubre, Noviembre y Diciembre.
El primero lo golpea con la regla de 24 pulgadas que simboliza las 24 horas que tarda la Tierra en girar sobre su eje.
El segundo lo golpea con la escuadra de hierro, que simboliza las cuatro estaciones, y por último el golpe mortal lo da el tercer asesino con un mallete, el que siendo redondo, significa que el Sol ha completado su círculo y muere para dar lugar al Sol del año nuevo.
Los iniciados de los Templos de Egipto se llamaban “phree messen” que significa “hijos de la luz”, porque habían recibido la luz del conocimiento y esas palabras se transformaron luego en “Free-Mason” o “Franc Masón”.

Llegado a este punto, es bueno recordar que estas mitologías son originarias todas del hemisferio Norte, por ello la situación del Sol en los Signos Zodiacales que describe Jean Marie Ragón, es absolutamente opuesta en el hemisferio Sur, y donde se vive la muerte del Sol en el Norte, en los territorios australes se vive el renacimiento del Astro Rey.

En la Religión Judaica oímos hablar de un Dios que hizo ciertas promesas a un hombre llamado Abraham. Le prometió que haría la semilla de Abraham tan numerosa como las arenas del mar; y se nos dice como trató a Jacob, el nieto de Abraham.
Jacob estaba casado con 4 esposas, con las cuales tuvo 12 hijos y una hija.
A estos se los considera como los padres de la nación Judía.

Esa es también una alegoría astronómica referente a las migraciones de los cuerpos celestes, como se comprueba leyendo cuidadosamente el capítulo 49 del Génesis y el capítulo 33 del Deuteronomio, en los que las bendiciones de Jacob a sus hijos muestran que estos estaban identificados con los 12 signos del Zodíaco; Simón y Leví representaban al signo de Géminis, los gemelos, y el signo femenino Virgo, lo atribuía Jacob a su única hija Dinah.
Las cuatro esposas son las cuatro fases de la Luna y Jacob es el Sol.

Esto es análogo a las enseñanzas que encontramos entre los griegos, en los que Gaia, la Tierra, es la esposa de Apolo, el Sol.
Y entre los egipcios, en los que el Sol y la Luna estaban personificados por Osiris e Isis.
Flavio Josefo nos dice que los judíos llevaban los 12 signos del Zodíaco en sus banderas y que acampaban en torno del Tabernáculo, que tenía el candelero de siete brazos que representaba al Sol y a los cuerpos celestes, que giran dentro del círculo formado por los 12 signos del Zodíaco.

Los judíos situaban sus templos de tal forma que los lados apuntaran directamente al Norte, Este, Sur y Oeste, y al igual que todos los demás templos solares, la entrada principal estaba al Este, de manera que el Sol naciente iluminara su portal y fuera así el Heraldo de cada día anunciando la victoria de la Luz sobre las Tinieblas.
Un Heraldo que trae a la Humanidad naciente el mensaje de que la Luz y la Oscuridad antagónicas en el plano material, no son mas que la contraparte de un antagonismo similar en los mundos mental y moral, en los que el alma humana se abre paso y camino hacia la luz.

Cabe destacar aquí que hasta la misma Catedral de San Pedro en Roma, está construída mirando al Este, como todos los demás Templos Solares, hablando a la Humanidad de “la Gran luz del Mundo” que viene a disipar las tinieblas espirituales que aún nos rodean.
Volviendo ahora a los judíos, éstos saludaban al Sol con el sacrificio matinal y de la misma forma se despedían al ponerse el Sol, ofreciendo en su Sabbath un sacrificio adicional.
También lo adoraban con sacrificios en cada Luna nueva.

Sus dos grandes fiestas se celebraban en la Pascua Florida, ya que en la Pascua Israelita el Sol pasa por su Nodo Oriental, dejando el hemisferio Austral donde invernaba y comenzando su jornada hacia el Norte en su carro de fuego.
Victoreado con alegría por el hombre, como el Salvador que lo libraría del hambre y del frío, que inevitablemente se producirían si permaneciera siempre en su declinación austral.
La última fiesta de los judíos y la mas importante, es la Fiesta de los Tabernáculos, cuando el Sol cruza su Nodo occidental, en el Otoño, después de haber dado al hombre el “pan de la vida” con el que podía sustentar su ser material hasta la próxima vuelta del Sol a los cielos boreales.

Por las razones mencionadas, los seis signos que el Sol ocupa en el Invierno del hemisferio norte eran llamados siempre “el Egipto” o la “Tierra de los Filisteos”, un nombre que significaba algo malo para el “pueblo de Dios”.
Por otro lado cuando el Sol está en las estaciones fructíferas, en los seis signos zodiacales asociados a lo positivo, se decía estar en la “tierra prometida”, la que destila “leche y miel”.
Vemos ésto en pasajes tales como el que hay en la celebración de la Pascua de los israelitas, de la cual se dice es “para recordar la salida de Egipto”.
Esta fiesta no es mas que un regocijo por la vuelta del Sol de los signos australes, aludida también en el hecho de que Jacob estaba con su hijo José en Egipto, cuando murió.

En el Solsticio de Invierno (recordemos que hablamos del Hemisferio Norte), cuando el Sol del pasado año ha completado su jornada y alcanza el grado máximo de declinación austral se encuentra en el Signo Zodiacal de Sagitario.
Con referencia al Génesis 49:24 cuando Jacob agonizante habla del Arco de José, es fácil identificarlo con el Signo de Sagitario que está representado por un centauro al momento de lanzar una flecha, de suerte que la historia de Jacob muriendo en Egipto con José, se efectúa cada año cuando el Sol muere en el signo de Sagitario en el Solsticio de Invierno.

La historia de Sansón es otro aspecto del mismo mito solar, que tiene correlato directo con la Iniciación, con la muerte de Hiram Abiff y con otros héroes solares de las distintas culturas y Escuelas de Misterios.
Mientras el cabello de Sansón era largo y seguía creciendo, su fuerza aumentaba; Sansón es el Sol y sus cabellos son sus rayos.
Desde el Solsticio de Invierno Boreal, que se produce en Diciembre, hasta el Solsticio de Verano en Junio, los rayos solares caen cada vez mas perpendiculares a la Tierra y van creciendo y ganando fuerza cada día.
Esto aterroriza a los “poderes de las tinieblas”, los Filisteos, los meses Invernales, porque si ese dador de Luz continuara reinando, el dominio Filisteo desaparecería.
Entonces es que se complotan contra Sansón para descubrir en que consiste la clave de su fuerza. Se aseguran la cooperación de la mujer Dalilah que es el Signo de Virgo, y cuando Sansón el Sol, pasa a través de este signo en Septiembre se dice que dejó su cabeza en el seno de la mujer y le confió su secreto.
Entonces ella le corta los cabellos, porque es entonces cuando los rayos del Sol se debilitan. Allí vienen los Filisteos o meses invernales y se llevan al debilitado gigante a su prisión, que son los meses invernales en los cuales el Astro rey se mantiene en el Sur.
Una vez en prisión le sacan los ojos, o sea que le quitan la luz y lo llevan a su templo para someterlo a humillaciones e indignidades, creyendo haber vencido completamente al representante de la Luz.

Pero cuando sus fuerzas comenzaron a restablecerse, el Gigante Solar derrumba el templo de la Oscuridad y muere en el esfuerzo, sobreponiéndose a sus enemigos y dejando lugar al nuevo Sol que nacerá para salvar a la Humanidad del frío y el hambre.

La vida de todos los Salvadores míticos están fundadas sobre el pasaje del sol en torno del círculo Zodiacal, que describe las ordalías y los triunfos del Iniciado.
El hombre Sol que se reconoce como tal, muere para renacer, se hunde en la Oscuridad y renace con la Luz.

Los Salvadores han nacido todos de una virgen inmaculada, cuando la oscuridad era mayor entre la humanidad, así como el Sol de cada año nace, o comienza su jornada en la noche mas larga del año (entre el 21 y el 24 de Diciembre para el hemisferio Norte)

El cruce del Ecuador celeste, el momento en que el Sol ya salió de las tierras boreales y comenzó a transitar las australes, se produce bajo el signo de Virgo, la virgen que tres meses después dará a Luz un Salvador. Hablamos del mes de Septiembre.
Y la virgen permanece tan inmaculada como siempre, después de haber parido a su Hijo-Sol en Diciembre; de ahí que veamos a la diosa egipcia Isis sentada en una Luna creciente, nutriendo a su divino hijo Horus; a Astarté, la inmaculada Señora de Babilonia con su hijo Tammus y una corona de siete estrellas sobre su cabeza. La Mater Matuta en Roma, el Venerable Buda naciendo de la virgen Maya y Devaki en la India con su hijo Krishna.
También la misma Virgen María que dio a luz a Jesús bajo la estrella de Belén.
En todas partes se repite la misma historia: la madre inmaculada, el Hijo Divino y el Sol, la Luna y las estrellas.

La misma historia de nacimiento, que luego de una muerte terminará en resurrección como un Hijo de la Luz.
Según el Mito Solar, el bautismo del agua se produce cuando el Sol pasa por el signo de Acuario, el aguador, y cuando pasa por el signo de Piscis, en marzo, tenemos lo que en los antiguos Templos de Misterios se llamaba el “ayuno del Iniciado”.
En Piscis, el signo de los peces, que es el último de los signos australes, todos los almacenes del hemisferio Norte, otrora llenados por los dones del Sol del año anterior, están casi agotados y el alimento del hombre escasea.
El alimento de pescado de la cuaresma que tiene lugar en ese tiempo, es un vestigio que corrobora el origen solar de esos días de ayuno.
Veamos ahora entonces, el significado cósmico de la Crucifixión.
Cuando en el Equinoccio, el Sol “cruza el ecuador”; cuando el Astro mayor cruza por la intersección entre su órbita aparente y la línea del Ecuador celeste, es ese el preciso momento en que en Marzo, tiene lugar la crucifixión.

El Dios Solar comienza a dar su sangre y su vida como alimento a sus adoradores, madurando el trigo y las uvas, de lo que se hará luego el pan y el vino.
El Sol alcanza su máximo punto de declinación boreal en el Solsticio de Verano (entre el 21 y el 24 de Junio), y se sienta en el trono de su Padre, que es el Sol del año anterior.
Pero no puede quedarse allí mas de tres días, y entonces retorna hacia abajo, en dirección hacia el nodo occidental.

Cuando el Sol abandona su trono en el solsticio de Verano, los Masones trazamos una estrella de fuego y le ofrendamos los frutos de la tierra, en un saludo de despedida y a la vez en un intento simbólico de atar al Sol, de retenerlo con nosotros.
Cuando ese Solsticio se produce en el Hemisferio Norte, el Sol abandona su trono y pasa hacia el nodo occidental, para entrar en el Signo de Virgo a finales de Agosto.
Entonces y gracias a las directivas del Emperador Constantino, que unió el Culto al Sol Invictus, con el floreciente Cristianismo de su época, la feligresía Católica festeja la Asunción (en Agosto).

Un mes mas tarde al dejar el Sol el Signo de la Virgen, tiene lugar la Natividad de la Virgen (en Septiembre), cuando la Virgen nacería del Padre Cósmico Sol.

El Iniciado como hombre común o Profano, llevó a cabo siempre las mismas cosas, y cumplió siempre los mismos ciclos. Simplemente cuando sus ojos fueron abiertos y la venda le fue quitada, empezó a tomar conciencia del Funcionamiento Cósmico de este Universo Solar, y dio su primer paso para llegar a identificarse con el Sol exterior.

El momento en que el Iniciado comprenda, no solo con el intelecto que hace lugar a la teoría, sino con el conocimiento directo, que hace lugar a la experiencia, entonces verá nacer o renacer el Sol Interior.

El Aprendiz Masón solo trabaja de mediodía pleno a medianoche plena.
Las horas de luz le son nuevas y aún puede encandilarse por no tener habituados sus ojos a la luz del Sol.
Pero está transitando ya su nuevo camino, y está viendo la realidad por primera vez cara a cara, y no las sombras que veía antes dentro de su caverna de oscuridad e ignorancia.

Llegará el momento en que el Aprendiz volverá a la oscuridad, pero esta vez ya teniendo la experiencia de cómo se ven y se comportan las cosas en el campo de la Luz.
Será entonces el momento en que vuelva a reproducir el Suceso Cósmico de la muerte del Sol en su propio Sol Interior, para renacer ya como un Iluminador, como un dador de Luz.
Será ese el momento en que el estudiante, se convierta en Maestro y haya renacido como un nuevo Sol.

Cada Iniciación en cada Escuela de Misterios, repitió siempre en forma simbólica el Ciclo de la vida y la muerte del dador de la Luz y en consecuencia del mundo conocido.
Semejante y descomunal evento cósmico, tiene su correlato inconsciente en todas las personas, ya que como enseña la Ley de analogía, “Como es Arriba, es Abajo”, pero solo los Iniciados tienen conciencia de la Tremenda Influencia Estelar que se produce permanentemente en nuestras vidas.

Nos corresponde a los auténticos Masones, a los Hijos de la Viuda, a los Discípulos de Hiram, descendiente de Tubal Caín y de Caín mismo y de Samael, ser los paladines de la propagación de la Luz, cada uno de nosotros de acuerdo a nuestro conocimiento, y a nuestros grados y calidades.
Solo habría que decir... miremos, observemos, regresemos a la cámara de reflexiones y meditemos sobre los sucesos cósmicos aquí relatados, para hacer crecer el Sol Interior y poder convertirnos en dadores de la Luz, asumiéndonos como los “Phree messen” del Antiguo Egipto, como auténticos Hijos de la Luz que hacen Honor a su Progenitor.

Rito de Memphis Misraim en Argentina

El Rito de Memphis Misraim, llamado también Rito de Memphis y Mizraím, o Rito Egipcio o Judaico, pasó en la República Argentina por dos momentos históricos muy bien diferenciados y separados en el tiempo por unos cuarenta años de silencio.
Las distintas rupturas y secesiones que sufrió la Francmasonería a través de su historia en el mundo, afectaron directamente a las Obediencias desarrolladas en Territorio Argentino.
En el caso de los Ritos de Memphis, de Mizraím y de Memphis Misraim, esas rupturas provocaron que en la actualidad no pueda tenerse un listado oficial y fidedigno de quienes fueron los líderes mundiales del movimiento, en las distintas etapas de su evolución histórica.
Uno de los Grandes Hierofantes Mundiales y suprema autoridad del rito, Guerino Troilo, fue de nacionalidad argentina. Sin embargo no todas las líneas de Memphis Misraim en este país, le reconocen tan alto grado obtenido y reconocido en forma ecuménica.


El primer momento histórico

Algunas teorías sostienen que este rito habría comenzado a practicarse en Argentina en el Siglo XIX, en la época en que su supuesto fundador, el italiano Giuseppe Garibaldi, luchó en América del Sur.
Se sostiene además que Justo José de Urquiza fue uno de los primeros masones memphitas de Argentina, antes de ser afiliado al Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Lamentablemente sobre estas teorías no existen precisiones documentales, aunque es bueno considerarlas a título enunciativo.
Ya entrado el siglo XX, el abogado e investigador Guerino Troilo consiguió una Carta Patente para trabajar en forma regular en Argentina. Dicha carta fue otorgada en 1905 por el Gran Consejo General del Rito de Memphis Misraim, establecido por aquel entonces en Nápoles.
Desde ese momento, el centro de las actividades del rito quedó establecido en Rosario, Provincia de Santa Fe, bajo el nombre de Gran Consejo General y Gran Oriente del Antiguo y Primitivo Rito Oriental de Memphis Misraim.

En el año 1929 la Masonería Simbólica de Memphis Misraim edita en sus propias imprentas los rituales de primero y segundo grados, a la vez que se levantan columnas de la Gran Logia Simbólica de la Provincia de Santa Fe. Para ese momento, Guerino Troilo ya ostentaba el grado 97º y se perfilaba como el sucesor del gran hierofante mundial Armando Rombauts, de Bélgica.
En 1934, el mismo Rombauts lo promueve a Grado 98º, declarándolo su sucesor natural, y exaltándolo a Gran Hierofante Mundial y Suprema Autoridad de la Orden del Rito de Memphis Misraim.
Debido a la convulsionada situación de Europa, en lo que serían los albores de la Segunda Guerra Mundial y a los problemas de salud de Rombauts, este nombramiento se iba a hacer efectivo recién en 1936.
El gran hierofante mundial Guerino Troilo asume la presidencia absoluta del Rito, en representación de su país y de la Federación Universal de Ordenes y Sociedades Iniciáticas (FUDOSI), por un período que iba a extenderse por diez años, hasta 1946; pero Troilo fallece en octubre de 1940, y la dificultad de las comunicaciones internacionales en plena Guerra Mundial hace que lentamente sus sucesores argentinos, pierdan contacto con Europa, y la Orden se debilite.

La Orden se silencia

Al momento de la muerte de Guerino Troilo, en Argentina funcionaban once logias que dependían de la Gran Logia Provincial de Santa Fe. No se practicaba la masonería mixta y dos de dichas logias se manejaban con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Bajo el rito de adopción funcionaba la Logia Hijas de la Unión, siendo su primera Venerable Maestra Catalina Ramis.
Acaecida la muerte de Troilo, se intentaron estrechar vínculos con el Gran Oriente Federal Argentino, pero según las propias publicaciones de la Orden en la Revista El Nivel, los herederos del rito se sintieron acéfalos, al faltarles el líder, y al perder la posibilidad de contacto con los hermanos de Italia y Francia, los grupos se debilitaron y fueron lentamente desapareciendo.
La Gran Logia Provincial de Santa Fe realizó su última Tenida el 2 de agosto de 1944, teniendo el carácter de extraordinaria, y declarándose “en sueños” al rito todo de Memphis Misraim en la República Argentina.
Gran parte de los documentos y la biblioteca fué donada a la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, y otros documentos quedaron en manos de Guerino Troilo Ordoñez, nieto del Gran Hierofante.
Ese fue el final del primer momento histórico del Rito.

El segundo momento histórico

Durante la época del llamado Proceso de Reorganización Nacional, el temor a la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, hizo que la Francmasonería pasara por un momento de múltiples deserciones y alejamiento de sus miembros.
La provincia de Córdoba no fue ajena a esta situación. En 1983 quedaban pocos miembros trabajando en Masonería, y esto hizo que algunos hermanos se decidieran por primera vez a iniciar miembros femeninos en sus logias. Las primeras iniciaciones se producen en 1983, en la sede de la Masonería del Rito Escocés, sita en Igualdad 80 de Córdoba Capital.

En esa misma época pero en Buenos Aires, dos miembros del Rito Escocés llamados Carlos Raitzin y Jorge Ferro, se separan del mismo y establecen contactos con el Soberano Santuario de Chile del Rito de Memphis. Sus inquietudes llegan a buen puerto en 1986, cuando Raitzin y Ferro obtienen una Carta Patente para trabajar en Argentina, de manos del Gran Conservador General para Chile y Latinoamérica, Neftalí Molina Riquelme.

En 1987 se produce un primer cisma y Jorge Francisco Ferro se aleja de la Orden de Memphis para pasar a adherir a la Orden Martinista. Actualmente este investigador del Conicet, es la cabeza visible del movimiento llamado Orden Real de Heredom de Kilwinning.

Mientras en Buenos Aires ya se había producido el primer cisma, en la ciudad de Córdoba se trabajaba de la mano de Enrique Morra, en lo que fue la primera logia del Rito en su segundo período histórico. La logia Fuerza y Armonía Nº 1.
Promediando la década de 1990, algunos hermanos habían tomado contacto con Carmen Daester, una hermana de nacionalidad suiza por entonces residente en Tucumán, a quien se le otorgaron altos grados con la finalidad de que les tramitara una Patente masónica en Francia.

Carmen Daester volvió de Europa con una Carta Patente, que la convirtió en la suprema autoridad de la Gran Logia femenina de Memphis Misraim en Argentina, cargo que ocupa hasta el presente. Pero ocurrió que los rituales de Daester eran solamente femeninos, y los hermanos de Córdoba se inclinaban a trabajar en una masonería mixta.

Debido a que los grupos de Córdoba persistían en el trabajo mixto a pesar de no tener autorización para ello, todas las autoridades fueron primero amonestadas y finalmente expulsadas de la Orden.

Al poco tiempo, esas autoridades expulsadas pero que seguían reuniéndose en privado, haciendo caso omiso de su carácter de miembros expulsados de la Orden, redactaron a la vez actas de expulsión y procedieron ellos a irradiar a Daester y las Hermanas que permanecían fieles a la Gran Logia femenina.

Luego de estos sucesos, los grupos de Córdoba continuaron buscando apoyo internacional e hicieron pactos de amistad con el Gran Oriente Latinoamericano (GOLA), mientras al mismo tiempo se mantenía un fluido contacto con Carlos Raitzin en Buenos Aires.

Ya en el año 1997, se produce un segundo cisma y esta vez es Raitzin el que se aleja de la Orden.
Los hermanos de Buenos Aires con el Rito de Memphis y los hermanos de Córdoba que trabajaban en forma salvaje, seguían buscando la conexión internacional que los reconociera como una masonería regular.

Pocos meses después de la salida de Carlos Raitzin, en el mismo año 1997 y con la iniciativa de Efraín Oscar Schmied, se levantan columnas de la Logia Ptah en la ciudad de Buenos Aires, quedando así Memphis y Memphis-Misraim con dos cabezas importantes en Argentina. Schmied había trabajado en la primera etapa del Rito, al lado de Guerino Troilo.
En Julio de 1998, una comitiva mixta de siete masones de Córdoba son recibidos en Porto Alegre (Brasil), por una Organización llamada Memphis Misraim Coordinación Internacional, que adopta bajo su tutela a ese Movimiento de Argentina.

El segundo nacimiento

La comitiva argentina que viajó a Brasil, era portadora de una Carta Patente aparentemente firmada por Efraín Oscar Schmied, declarando a Enrique Morra el sucesor natural de Guerino Troilo en Argentina.
Sin embargo Schmied nunca firmó ni tuvo conocimiento de la mencionada autorización, ya que la Patente era apócrifa y los sellos y adhesivos que ostentaba al pié, eran algunos de los muchos que en su poder tenía Morra, que le habían sido obsequiados como recuerdo por Guerino Troilo Ordoñez (descendiente del Gran Hierofante).

Aún así, y transcurrido un tiempo de observación y seguimiento por parte del Soberano Santuario de esta Organización llamada Coordinación Internacional, en enero del año 2000 una nueva comitiva se presenta ante las autoridades brasileñas, y en ese momento son ascendidos los grados de quienes formarían el Soberano Santuario Nacional de Argentina.

A partir de entonces, se considera constituido en Argentina el Rito de Memphis Misraim mixto, ya que anteriormente existía una Gran Logia exclusivamente femenina. A cargo de la presidencia del Soberano Santuario Nacional de Memphis Misraim Coordinación Internacional quedó Enrique Morra, quien había sido uno de los promotores del movimiento.

Por razones de índole personal, y en respuesta a confabulaciones e intrigas internas dentro de las Logias, en el año 2005 presenta Morra su renuncia a la Obediencia. Algún tiempo después pasa a trabajar en el Gran Oriente de la Francmasonería Universal (GOFMU), volviendo a sus fuentes del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
En el cargo fue instituido entonces quien hasta ese momento era el vicepresidente, Aldo Guastella, el cual a partir de 2005 permanece como líder de esa rama de Memphis Misraim en la República Argentina, presidiendo desde Córdoba el Soberano Santuario, mientras que la Gran Logia simbólica funciona en Buenos Aires.

Con respecto a la Carta patente obtenida por Carmen Daester en Francia, a partir del 24 de septiembre de 1996 está autorizada a funcionar en Argentina la Gran Logia Femenina de Memphis Misraim, proclamada directamente por el Soberano Santuario Internacional Femenino con asiento en París. La sede principal de esta Obediencia funciona en Tucumán y suscribe a la Confederación Interamericana de Masonería simbólica (CIMAS).

La Gran Logia Femenina de Argentina, no reconoce lo grados de Memphis-Misraim Coordinación Internacional, y sostiene que los grados de las autoridades superiores de Brasil, son apócrifos e irregulares. Similar sería entonces la situación de las altas autoridades de Córdoba, que ya habían sido expulsados de la Masonería por la Gran Maestre nacional Carmen Daester en 1997.

Además de la Masonería mixta de "Coordinación Internacional" y la Masonería femenina cuya Gran Logia tiene sede en Tucumán, desde el año 2003 funciona en Argentina una Masonería Egipcia del Antiguo y primitivo Rito de Memphis-Misraïm (M.E.A.P.R.M.M.) cuya autoridad máxima nacional es detentada por Eduardo Mestre y Claudio Martínez. Esta organización ligada a Gabriel Lopez de Rojas, manifiesta públicamente que sus máximas autoridades a nivel mundial son Frank G. Ripel y Licio Gelli.

Funciona también en el país, una filial de la Orden Masónica Internacional del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Misraïm, cuyo Gran Oriente internacional se encuentra en Bélgica, y existe además una Logia madre llamada "Los Discípulos de Pitágoras", con sede en Buenos Aires, y de la cual dependen un Gran Consistorio, un Senado, un Capítulo y una Logia de Perfección.
"Los Discípulos de Pitágoras" es una logia que fué fundada entre otros por Frater Fiducius, un investigador argentino del Rito de Memphis Misraim, que con anterioridad había militado en Memphis-Misraim Coordinación Internacional.
Este último grupo está afiliado al Soberano Santuario latinoamericano de los Ritos Egipcios de Menfis Misraim con sede en Santiago de Chile.

La cuestión de los Grados

Cuando en 1934, Guerino Troilo es nombrado Gran Hierofante Mundial, su predecesor Armando Rombauts le otorga el grado 98°. Pero ocurre que Rombauts ostentaba el grado 99°, al que había sido exaltado por Harvey Spencer Lewis, fundador de AMORC.
Este grado máximo quedó vacante por siempre, por lo menos dentro de las organizaciones que dependían del Gran Consejo General del Rito de Memphis Misraim.

En el segundo momento histórico que vivió el rito en Argentina, la rama mixta pasó a depender de Memphis Misraim Coordinación Internacional, en donde su máxima autoridad mundial desde el año 2004, Alain Dumaine, ostenta el grado 96° y es el único a nivel ecuménico en poseerlo.
La razón de las diferencias en cuanto a la cantidad de grados máximos a que se puede aspirar dentro de estas organizaciones, la encontramos en la historia reciente de Memphis Misraim en el mundo, lo que a la vez nos explica también la razón de tal profusión de grados masónicos.

Según dice la página web de Memphis Misraim Coordinación Internacional, el General Giuseppe Garibaldi habría preparado en 1881 la fusión de los ritos de Misraim y de Memphis, pero esta fusión se haría efectiva recién en 1889. O sea que Garibaldi nunca vio unidos los dos ritos ya que murió en 1882.
Recién entre 1910 y 1920 se comenzó a trabajar con ambos ritos fusionados y es entonces que debemos remitirnos a la cantidad de grados masónicos originales, de cada uno de ellos.

El Rito de Memphis, creado por Samuel Honis y Marconis de Negre entre las postrimerías del Siglo XVIII y los albores del Siglo XIX, comenzó con 90 Grados (3 veces 3 es igual a 9, mas el cero que es lo incognoscible), para luego ascender a 92 Grados, 95 Grados y llegar a 96 Grados al finalizar el siglo XIX.
En 1910 John Yarker se proclama a sí mismo como Gran Hierofante Mundial, creando el grado 97°, como grado supremo y unipersonal.

El Rito de Misraim, creado - según algunos, recuperado - por Marc Bedarride con algunas influencias de Cagliostro, en una clara alusión al ángulo recto de la escuadra siempre tuvo 90 Grados.
Cuando en 1924 Jean Bricaud es elegido Gran Hierofante Mundial, recién entonces los ritos fusionados de Memphis y de Misraim se empiezan a trabajar como un rito unificado en forma oficial. Esta fusión oficial nace con un rito de 96 grados masónicos.

En 1934, Guerino Troilo promueve la realización en Bélgica del Primer Congreso Internacional Masónico de Memphis y Misraim, creándose allí los grados siguientes hasta el 99°.
Al presente existen Obediencias que hoy continúan con 96° y otras llevaron sus grados hasta el 99°.
Por otro lado, a partir de 1999, el Gran Oriente de Francia (GODF) integró al Rito de Memphis Misraim con un sistema de 33° altos grados, en lugar de 96° ó 99°.

Históricamente, hubo casos en que por causas diversas la transmisión del grado supremo no había llegado a realizarse, y los hierofantes se impusieron ellos mismos el grado máximo. Ejemplos conocidos son el ya mencionado de John Yarker, y el del historiador e investigador Robert Ambelain, autoproclamado Grado 99°, a pesar de adherir a la línea sucesoria de Constant Chevillon quien había excomulgado con la Bula de París, a los grados del 97° al 99° creados por FUDOSI en 1934.

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado en la Argentina

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, es un rito de masonería que llegó a Argentina con los inmigrantes europeos que arribaron desde Inglaterra, España, Italia, Portugal y Francia. Entre ellos se hallaban militares, comerciantes e intelectuales que iban a fundar las primeras logias de toda América del Sur.
Años después sería el ferrocarril el que traería nuevas oleadas de masones a tierras argentinas.
En 1812, para el momento en que José de San Martín, Carlos María de Alvear y José Matías Zapiola llegaron a Buenos Aires a bordo de la fragata George Canning, la masonería ya estaba implantada.

Los orígenes

Es hacia finales del siglo XVIII cuando aparecieron en Buenos Aires las primeras noticias de las actividades masónicas en el Río de la Plata.
La primera logia en lo que hoy es el territorio argentino, fue la Logia Independencia, que trabajaba con los rituales y bajo autorización de la Gran Logia General Escocesa de Francia.

Según publica la Gran logia de la Argentina de libres y aceptados masones, la Logia Independencia habría estado autorizada desde 1795 y desde su mismo nombre, acusaba en sus integrantes una concepción autonomista para los habitantes de las tierras americanas.
Según se refiere en el libro Episodios Patrios de Francisco Guilló, las actividades de la logia comenzaron en una vieja casona adyacente a la Capilla de San Miguel, donde tiempo atrás había levantado la parroquia el presbítero Juan Gutiérrez Gonzalez y Aragón.
El lugar estaba rodeado de zanjones, que se convertían en grandes obstáculos los días de lluvia, por lo que tanto la capilla como la casona dejaron de utilizarse a poco de comenzar sus respectivas actividades.

Para el año 1810 había aparecido otra logia llamada también Logia Independencia, cuyo Venerable Maestro era Julián Álvarez, y sobre la cual no existen precisiones si habría sido una continuación de la logia homónima o una logia totalmente nueva.
Esta segunda Logia Independencia dirigida por Álvarez es la que suministró los primeros hombres y rituales para la conformación de la Logia Lautaro de Buenos Aires, la primera de tan alta importancia y gravitación en los movimientos libertarios del territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

La Logia Independencia

El historiador Juan Canter de Rocamora ha sugerido que la Logia Independencia jamás habría existido. Sin embargo, a la hora de regresar a Inglaterra el coronel Santiago Florencio Burke - quien había llegado al país como emisario del Primer Ministro británico William Pitt - afirmó que a su salida de Buenos Aires en 1809, fueron a despedirlo sus compañeros de logia a los cuales llamó: las principales personas del lugar, mis viejos amigos de Independencia.


Alcibíades Lappas refutó a Juan Canter y sostuvo que:
"contrariamente a las afirmaciones contundentes de eruditos historiadores, hemos podido comprobar como cierta la existencia en Buenos Aires de una logia denominada INDEPENDENCIA, fundada a finales del siglo XVIII y que obtuvo Carta Constitutiva de la Grande Loge Generale Ecossaise de France, cuerpo este que fue absorbido el 8 de enero de 1805 por el Gran Oriente de Francia, quedando la antes mencionada Logia en libertad de acción sobre su futuro."

En todo lo referido a masonería existe una gran dificultad para conseguir documentos y narraciones fehacientes.
La misma naturaleza de estas sociedades cerradas hace que dichos documentos no salgan a la luz pública, a lo que debemos sumarle las acciones represivas que distintos movimientos políticos y gobiernos, han ejercido sobre aquellas organizaciones que manifiestan algún tipo de ejercicio del librepensamiento.
A este respecto, el español Miguel Morayta Sagrario, afirmaba acerca de la masonería ibérica:
"La historia interna de la masonería española no se ha escrito aún y seguramente no se escribirá nunca; faltan y faltarán siempre los documentos del caso necesario. Durante muchos años las logias no extendieron actas de sus tenidas, ni firmaron siquiera expedientes de iniciación, se hacía indispensable no dejar rastros de sus actos. ¿Cómo, sin existir archivos narrar las vicisitudes de la Orden? Mas hacedero, si bien no del todo fácil, es historiar sus manifestaciones externas, sus actos públicos, es decir, sus trabajos intentados o cumplidos en el mundo profano."

Hablando de la preexistencia de logias anteriores a Logia Independencia, el autor Efraín Oscar Schmied, en su libro Masonería Universal (p.77), cita lo siguiente:
En 1804 existía en el Virreynato una logia llamada San Juan de Jerusalen, fundada por Juan Silva Cordeiro, a quien secundaban algunos nombres que participarían en la Logia Lautaro y otros que eran miembros del Gobierno de Sobremonte. En una época en que la masonería estaba prohibida, un hecho fortuito hizo que el Virrey se enterara de estas actividades y levantara un sumario secreto para dar a luz la existencia de la logia. Sin embargo Cordeiro, junto con dos hermanos llamados Gómez y Vallejos, le regalaron a la esposa de Sobremonte las alhajas y joyas de la logia, rogándole que las luciera el día de San Juan Nepomuceno. Tres días después el Virrey en persona suspendía los autos y devolvía los elementos rituales.

Fundación de la Gran Logia

La actividad de las logias masónicas en la época de Juan Manuel de Rosas, se hizo conocida por las propias denuncias del gobernador contra ellas. Denuncias que se produjeron a pesar de haber contado entre sus filas a masones de la talla de José Roque Pérez y el canciller Manuel Moreno.
El 11 de diciembre de 1857, se levantaron columnas de la Gran Logia argentina, funcionando sin interrupciones hasta el presente.
No fue fácil acordar los términos de su Constitución, debido al enfrentamiento entre Miguel Valencia y José Roque Pérez. El primero provenía de una familia unitaria que poco tiempo antes había retornado del Brasil luego de un largo exilio, en tanto que Pérez era un federal confeso, que había desempeñado funciones diplomáticas durante el gobierno de Rosas.
Ambos eran abogados y jurisconsultos, y llevaban consigo el peso de sus contactos masónicos en el exterior. Valencia tenía poderes otorgados por la masonería brasileña, mientras que Roque Pérez mantenía estrechas relaciones con la Gran Logia de Montevideo, que en ese momento era el Centro Masónico del Río de la Plata.
En 1932 Miguel Valencia había sido redactor de El Telégrafo comercial, pero debido a la persecución del rosismo, tuvo que huir a Brasil, donde dictó clases en la Facultad de Derecho de Río de Janeiro y trabajó también como periodista.
Luego de la Batalla de Caseros fue miembro de la judicadura y dictó clases en la facultad de Derecho de la ciudad de Buenos Aires. A partir de 1853 formó parte del Senado bonaerense en la fracción anti-urquicista. Las crónicas de la época lo describen como un fogoso orador.

Había sido iniciado en la masonería por Julián Álvarez en la segunda Logia Independencia, y había militado en la masonería chilena y en la del Brasil, formando parte activa de la Logia capitular Regeneración, de Niteroi.
A principios de 1857, y a causa de sus fuertes diferencias con Roque Pérez, creó el denominado Gran Oriente de la Confederación Argentina, pero logró pocos adeptos, ya que la mayoría de los masones del territorio no querían una masonería unitaria.
Antes de finalizar el año, Pérez se había reunido con las tres logias que reconocían la autoridad del doctor Valencia, y las convenció de plegarse a su movimiento. Valencia se quedó solo.
Con las logias que lo acompañaron en todo momento, sumadas a las que habían adherido en última instancia, José Roque Pérez fundó la actual Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.

La nueva Gran Logia encolumnó tras de sí a diversas logias tanto de Buenos Aires como del interior del país. El 11 de diciembre de 1857 firmaron el pacto de unión las logias “Unión del Plata”, “Tolerancia” , “Regeneración”, “Constancia”, “Lealtad”, “Confraternidad Argentina” y “Consuelo del Infortunio”, quedando como Gran Maestre del rito, el jurista y diplomático cordobés José Roque Pérez.

Como político, el jefe de la francmasonería en la Argentina defendió la incorporación de la Provincia de Buenos Aires a la Confederación Argentina, sin tener por ello que aceptar una eventual reforma de la Constitución Nacional Argentina.
Como consecuente federalista se enfrentó en sus ideas a Bartolomé Mitre, a Adolfo Alsina, a Dalmacio Vélez Sársfield, a Domingo Faustino Sarmiento y a Pastor Obligado, alineando consigo en 1860 a ilustres masones como Bernardo de Irigoyen, Marcelino Ugarte, Félix Frías y José Hernández, reclamando el cumplimiento del acuerdo de San Nicolás.

La Gran Logia de Argentina practica el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA), el cual a pesar de llevar ese nombre, tuvo su origen en Francia, con masones que antes habían estado en el actual territorio de EE.UU.
Este rito posee 33 grados y según muchos autores sería el de mayor difusión en la actualidad.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, se enorgullece en afirmar que catorce presidentes de la República, salieron de sus filas. La propia Gran Logia cita algunos nombres como Justo José de Urquiza, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Roque Sáenz Peña y Carlos Pellegrini.

El Supremo Consejo

Si bien a partir del 5 de Diciembre de 1930, el Supremo Consejo Grado 33° se encuentra unido a la Gran Logia de la Argentina, ambos cuerpos no siempre estuvieron juntos. El 22 de abril de 1858, un grupo de masones que había recibido su Grado 33° del Supremo Consejo de Uruguay, conformaron también ese alto cuerpo para la Argentina.

La Carta patente les fué entregada el 5 se septiembre del mismo año. Recién en la Sexta Conferencia Internacional de Supremos Consejos Confederados (París - 1929), una resolución determinó que los Altos Grados no tuvieran participación en las logias simbólicas. Por ello fué ambos cuerpos deciden unirse en diciembre de 1930.

Dos años después, el 15 de septiembre de 1932, la Gran Logia y el Supremo Consejo firman su pacto de unión y amistad, con lo cual rubrican definitivamente su compromiso de trabajar en forma mancomunada, a la vez que respetando la independencia y la autarquía de cada cuerpo.

El rito en la actualidad

Si bien el fuerte compromiso social del siglo XIX ya no se manifiesta en la masonería, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado continúa funcionando en la Argentina, en forma mas abierta y conservando solamente la discreción en sus actos, sin manejarse en secreto.
El comienzo del siglo XXI encontró a la Gran logia de la Argentina de libres y aceptados masones, más cerca que nunca de la Iglesia católica, habiendo logrado estrechar contactos con la Cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina desde abril del año 2000.

La página web oficial de la Gran Logia, declara que en la Argentina funcionan:
En la Ciudad de Buenos Aires, 69 logias.
En la Provincia de Buenos Aires, 17 logias.
En el interior del País, 60 logias.
Los contactos con la Iglesia fueron comenzados al momento en que la suprema autoridad del Rito estaba en manos de Jorge A. Vallejos.
Desde el año 2008, el Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de libres y aceptados masones es Ángel Jorge Clavero.

Junto a estas logias regulares, funciona además una masonería femenina que comenzó con Logias de adopción y actualmente trabaja en forma independiente. Los grupos que suscriben a la Gran Logia, no practican masonería mixta.

En 1997 se estableció en Buenos Aires la primera logia netamente femenina bajo el nombre de Tres Rosas. En el año 2000 fundaron la Logia Aurora del Plata, y en 2002 la Logia Cibeles, con la que finalmente pudieron crear la Gran Logia Femenina en julio de ese año.

Paralelamente existen en distintos puntos de la Argentina, otros grupos - algunos de ellos mixtos - que trabajan en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Varias de estas logias se nuclean en el Gran Oriente Federal de la República Argentina (GOFRA), o dependen de alguna Obediencia en el extranjero, que generalmente adhieren a la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMaS).

A nivel de contactos internacionales, estas logias y Grandes Orientes que no dependen de la Gran Logia Unida de Inglaterra, dependen en forma directa de CLIPSAS, o llegan a ella a través de Grandes Orientes reconocidos como es el caso del GOFMU (Gran Oriente de la Francmasonería Universal).

Sus Rituales pueden diferir de los utilizados por la Gran Logia de la Argentina, y a veces se asemejan al usado en los trabajos del Gran Oriente de Francia.

jueves, 11 de febrero de 2010

LIBERTAD IGUALDAD Y FRATERNIDAD

Todos los Masones, sabemos que estas tres palabras, son el lema que identifican a la Francmasonería. Al escuchar la palabra libertad, enseguida pensamos en la forma de gobierno, que un pueblo tiene para elegir a sus autoridades en forma libre y democrática. La libertad va más allá de ese ejercicio que nos permite expresarnos para escoger las autoridades, de nuestras instituciones.
Cuando en julio de 1789 la ciudad de Paris estallo ante la revolución Francesa, el mundo escuchaba por primera vez palabras como democracia, igualdad y Libertad, esa revolución fue la respuesta a siglos y siglos bajo los privilegios de la monarquía. Por primera vez, se elaboraba un discurso Político que ubicaba como principal protagonista al pueblo.

Cuando se habla de LIBERTAD, se esta hablando de los valores mas altos de la democracia, de la soberanía popular y la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, del voto universal, de los derechos humanos, libertad de prensa, libertad de culto, libertades económicas etc.

Conviene tomar de antemano las precauciones necesarias para depositar los destinos de la libertad en manos de la VERDAD, que es eterna, antes que en las de los hombres, que pasan, si el gobierno olvidase los intereses del pueblo o si cayese en manos de los hombres corrompidos, la luz de los principios admitidos puede iluminar sus traiciones, para encontrar la muerte ante la sola idea del crimen y la tiranía.

Queridos hermanos ¿Cuál es el objetivo hacia el que nos dirigimos?, el goce pacifico de la libertad y de la igualdad, el reino de esa eterna justicia que representa la eterna Jerusalén celeste.

Queremos un orden de cosas en el que todas las pasiones bienhechoras y generosas se encuentren estimuladas por las leyes; queremos reemplazar en nuestro país el egoísmo por la moral, el honor por la honradez, los usos por los principios, el decoro por el deber, la tiranía por el imperio de la razón, la vanidad por la grandeza del alma, levantar templos a las virtudes y fosas a los vicios, es un ideal que nos permite consumar, la suma de felicidades de los pueblos.

Queremos, en una palabra, consumar el destino de la humanidad, darle FE VIVA, A NUESTROS IDEALES FILOSÓFICOS, LIBERAR A LA PROVIDENCIA DEL LARGO REINADO DE IMPUNIDAD, DEL CRIMEN Y MANTENER NUESTRO JURAMENTO DE REPUDIAR A LOS TIRANOS Y A LA TIRANÍA.

La primera regla de nuestra conducta Masónica, debe ser, dirigir todas nuestra medidas al mantenimiento de nuestro LEMA MASÓNICO Y AL DESARROLLO DE LAS VIRTUDES. Debemos abrazar e instituir todo cuanto contribuya a fomentar el amor a la patria, a purificar las buenas costumbres, a educar los espíritus, a dirigir las pasiones del corazón humano hacia el interés público.

En la Masonería, se encuentra el santuario de la verdad, aquí residen y perduran los más altos ideales de hermanos Masones fundadores de Repúblicas y destructores de tiranos y tiranías.

Nuestro lema, forjan un conjunto de principios de moral republicana, donde estamos obligados a proclamarlos en nuestro nombre dentro y fuera de nuestra institución por el bien de nuestra República.

La instrucción Masónico, hay que hacerla; pero no es suficiente; esto es solo un trabajo simbólico; pero no es ni puede ser esto toda la instrucción que requiere un hombre de mas de 21 años para convertirse en un abanderado de los mas nobles y genuinos ideales de la humanidad, que lucha contra su propia imperfección, contra las pasiones, los vicios, la ignorancia, la superstición, el error, la maldad, la tiranía y el fanatismo.

El conocimiento de los que simbolizan los grados no le da a un hombre el conocimiento de la historia de la humanidad, ni le ilustra sobre lo caras que han resultado para el género humano la conquista de la libertad y la Igualdad. De la única manera que la Masonería es la mas noble y perfecta de la instituciones humanas, es precisamente poniéndola a hacer la más noble y perfecta obra humana. Los golpes de mallete de la masonería no son para hacer ruidos, sino para dirigir la voluntad y perfeccionar al hombre, en el trabajo y la lucha por la libertad la igualdad y la fraternidad.

LA LIBERTAD: Es uno de los tres principios que componen el lema emancipador y regenerador de la Masonería.

El mundo moral, mucho más aún que el mundo físico, parece lleno de contrastes y de enigmas. La naturaleza nos dice que el hombre ha nacido para ser libre, y la experiencia de los siglos nos muestra al hombre esclavo.

Sus derechos están escritos en su corazón, y su humillación está escrita en la historia. Todos los Masones, que han hecho historia, han abolido la esclavitud y han levantado templos a la libertad. La esclavitud es la peor manifestación del instinto de destrucción; es contraria a las leyes del G:.A:.D:.U:. Porque, el primer derecho del hombre es, la LIBERTAD.

La libertad es nuestra riqueza debemos ¡gritarla! Cada vez que un hombre reclama libertad, es como un sol para sus hermanos. Lo que están al servicio de la libertad no morirán jamás.

LA IGUALDAD: La francmasonería ha sido el crisol de los pensamiento de los fundadores de republicas, por principio, repudia a los tiranos y a las tiranías, como tampoco acepta las divisiones de casta y clases de la monarquía. A la republica solo le interesa al pueblo, a los hombres de todas las condiciones sociales.

Como se ha podido observar, en el presente trabajo, los valores señalados tienen su basamento filosófico, sociológico y psicológico debido al ámbito en el que se desarrollan: el mundo y la persona. Este trabajo, presenta principios filosóficos que estimula al masón a ser un hombre de servicio, para incursionar en el mundo del valor del conocimiento humano, para poder llevar con orgullo el titulo de francmasón.

La igualdad se establece como principio en forma tajante <> En nuestros talleres, se debe involucrar muchas actitudes que pueden y deben ser educadas en el Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, el cual, a través de las mismas, deberá enseñar como aprender a aceptar las diferencias legitimas, para poder valorarlas; estas son las diferencias individuales. Así mismo deberá también aprender y enseñar a rechazar y discutir las diferencias no legítimas: privilegios, posesiones, el hecho de que se valore más el tener que el ser.

¿Como podemos enseñar en nuestros talleres la practica del valor de la igualdad? Se pueden enseñar las formas de discriminación bajo el concepto como: la edad, la opinión, la religión, el genero, el origen, las capacidades de cada uno y eliminar así prejuicios y estereotipos con los que nos encontramos cada día. El saber y la creencia de que todos somos iguales, ayudará a eliminar barreras, discrepancias y luchas estériles por los conceptos antes mencionados. Formar en el valor de la igualdad, es dar un paso hacia delante en el ámbito de una verdadera convivencia.

LA FRATERNIDAD: El ser humano es por naturaleza un ser social. Los hombres no somos islas. Libertad, Igualdad y Fraternidad, hacen la trilogía que compone la solidaridad; persona es, o significa: RELACIÓN CON LOS DEMÁS.

A los Masones se nos enseña a caminar por el pavimento de mosaico, de cuadros blancos y negros, que es un hermoso emblema de la multiplicidad engendrada por la dualidad, pero por encima de esta visión dualística de la vida, se encuentra el ara o ALTAR, SÍMBOLO DE LA ELEVACIÓN DE NUESTRO PENSAMIENTOS. AQUÍ APRENDEMOS A IDENTIFICAR ESAS DOS CLASES DE EGOÍSMO. Uno vil, cruel, que aísla al hombre de sus semejantes, que busca un bienestar exclusivo al precio de la miseria de los demás. El otro, generoso, bienhechor, que confunde nuestra felicidad en la felicidad de todos, que asocia nuestra gloria a la patria. El primero engendra los opresores y los tiranos; el segundo, los defensores de la Humanidad que luchan por la fraternidad universal.

LOS GRADOS SIMBÓLICOS DE LA MASONERÍA

La misión principal de la masonería es enseñar la ley de evolución. No es posible hallar una verdadera interpretación de la masonería si no se relaciona su sistema, estrechamente con el proceso evolutivo de la humanidad.

Ninguno de nosotros es un producto acabado. Estamos siempre en proceso de creación o evolución. La historia del hombre ha sido la historia de la búsqueda y del descubrimiento del sendero evolutivo dentro de sí. En todos los tiempos éste ha hollado el sendero, aceptando sus condiciones, soportando sus disciplinas, ha recibido sus salarios y alcanzado sus metas. La existencia de ese camino cuenta con el testimonio de todos los que lo han recorrido conscientemente. Es el sendero hacia la realidad suprema que, en masonería, está representada por el oriente simbólico.

La masonería muestra, simbólicamente, el drama de la evolución humana, también los pasos mediante los cuales se llega a la meta de perfección, la manifestación que tiene el ser supremo en nosotros. Muestra el objetivo de realización del individuo; enseña el camino del crecimiento espiritual y las leyes a que obedece este crecimiento. Este drama evolutivo, tenemos que recorrerlo palmo a palmo; el progreso depende de nosotros.

A diferencia de todos los otros seres en el mundo material, el hombre es el único que tiene la capacidad para tomar su evolución en sus propias manos. De ahí su posibilidad de autorrealización. El puede acelerarla o retardarla. Pero sea cual fuere su duración, tiene que pasar, indefectiblemente, por las tres etapas del proceso natural de la síntesis que caracteriza el proceso evolutivo: 1) la siembra de la semilla, 2) su germinación y crecimiento, y finalmente, 3) su fructificación como resultado de la fusión o unión de dos polaridades. Los límites fijan los principios básicos de estos tres grados evolutivos.

Tratándose de una evolución en conciencia, este proceso va encaminado a la adquisición del elemento más valioso y más importante para el hombre y para la masonería: ¡LA LUZ! Aquello que se conoce como la luz de la conciencia, o del conocimiento, es una síntesis emergente de las experiencias vividas.

Tratándose de cualquier tipo de evolución, es indispensable la existencia de grados sucesivos de realización, que se correspondan con las mismas tres etapas del proceso evolutivo de la luz de las ideas que viene del razonamiento; a saber: 1) el análisis, 2) la correlación y 3) la deducción o la síntesis. Esta evolución en conciencia comprende, al mismo tiempo, un proceso gradual de integración hasta llegar a la unión con todo.

Efectivamente, en lo que concierne al desarrollo de la luz de la conciencia en los seres humanos, éste consiste en tres etapas, comprendidos en el sistema masónico por sus tres grados simbólicos: APRENDIZ, COMPAÑERO Y MAESTRO.

EL PRIMER GRADO SIMBÓLICO – EL APRENDIZ MASÓN

El primer grado, el de aprendiz, comprende esa etapa de desarrollo de lo que se denomina en psicología conciencia individual. En esta etapa se lleva la integración de la personalidad o el ser inferior. Está bajo la dirección del segundo vigilante, que representa la personalidad. Esta integración tiene por finalidad hacer que la personalidad se vuelva un instrumento equilibrado, coordinado y armónico, de manera que pueda sintonizar y expresar con fidelidad a ese Ser Superior que hay en nosotros.

Esta integración exige disciplina, ejercitar, desarrollar y controlar los tres aspectos (físico, emocional y metal) de nuestra personalidad para lograr un domino completo sobre ellos, de manera que ninguno de los tres predomine, haciéndonos perder el equilibrio.

De ahí que la disciplina sea la principal característica de este grado. Esta etapa evolutiva corresponde, por analogía, a la del análisis de tendencias opuestas y luchas dentro de sí, para coordinarlas e integrarlas gradualmente en un todo armónico que permita la captación y transmisión de la luz superior en nosotros, sin distorsionarla.

Durante esta etapa, la enseñanza de la doctrina masónica se encuentra regida básicamente por símbolos, signos, tocamientos, alegorías y metáforas, que es menester sean correctamente interpretados por el Aprendiz, a fin de eliminar de su carácter las imperfecciones adquiridas en el mundo profano y así, poder vencer el influjo nocivo de las pasiones y los vicios, rompiendo para siempre las cadenas esclavistas de la superstición, la ignorancia, el fanatismo, la intolerancia, la envidia, la hipocresía y la ambición.

Cada uno de nosotros ha de ser en la vida primero y fundamentalmente aprendiz; aquél que deje de serlo creyendo saberlo todo, mantiene una venda de ignorancia que le cubre los ojos. Es necesario aprender a cada paso y lo más importante poner en práctica lo aprendido. Sobre esta base de constante aprendizaje se estructura la Masonería, forjando firmemente la actitud y el carácter de sus adeptos, con la constante enseñanza momento a momento. Por las anteriores consideraciones, podemos afirmar que el Grado de Aprendiz, está destinado a ser el pilar firme y seguro del progreso masónico, ya que contiene los conocimientos más útiles, para dominar las pasiones y apartarnos de los vicios, logrando así consolidar nuestra superación personal.

El grado de aprendiz tiene por objeto sembrar la duda filosófica en el espíritu del Iniciado, acerca de todas las materias que no ha analizando por sí mismo; la diferencia que existe entre el bien y el mal, la virtud y el vicio, así como la necesidad de su constante depuración para que se esfuerce en salir de la esclavitud en que vive y reconquiste su propia dignidad, estudiando incesantemente lo relativo a sus responsabilidades con respecto a Dios, a sus semejantes y a sí mismo, impulsándolo además a desentrañar la verdad, libre de preocupaciones.

Debemos recordar que la base de la Masonería la constituye el Primer Grado, por lo que quién no esté debidamente preparado, instruido y capacitado para interpretar la magnitud de su contenido, carecerá siempre de los conocimientos y la solidez requerida, para entender los misterios que rodean a nuestra Orden.

El Aprendiz, si se ha mostrado dócil a los consejos, celoso en el trabajo y deseoso de instruirse, es guiado hacia el lugar que ocupan los compañeros, por la mano del maestro.

EL SEGUNDO GRADO SIMBÓLICO – EL COMPAÑERO MASÓN

Después de la etapa inicial de los estudios, se llega al siguiente grado donde se amplían los conocimientos, siempre con la tendencia de forjar al hombre virtuoso, alejado de las mezquindades humanas, interesado en incrementar los factores de unidad, dignidad y solidaridad humanas. Es una etapa de esfuerzo en la que se vencen los obstáculos y se estudia para superar el trabajo de la construcción del templo interior. El Compañero Masón es un constructor de habilidades, un forjador de voluntades, un estudioso de las causas de todas las cosas; se entrega al estudio de las ciencias para descubrir o verificar la verdad, pugnando por que la educación en general, tenga un profundo sentido de formación social y moral.

El segundo grado, comprende la etapa de correlación. El nombre mismo del grado sugiere compañerismo o correlación. En este grado de desarrollo se trasciende la conciencia individual separatista del primer grado y se desarrolla la conciencia grupal integrando la personalidad con la de los demás hermanos de logia y de otras logias, lo que equivale a una expansión de la conciencia.

Al hermano que tiene los merecimientos para ser admitido en la Segunda Cámara de una Logia, se le concede aumento de salario y así se le denomina también a la ceremonia de su recepción.

Los Instrumentos de Trabajo que maneja el Compañero para formar la Piedra Cúbica de Punta son las reglas de geometría y la escuadra. Esta última es el emblema de la igualdad que ha de reinar en todos los hombres. El cincel representa la constancia en la perfección. El compás es el símbolo de la regularidad de la conducta. La palanca es alegórica del poder de la razón para dominar las pasiones. El martillo es emblemático de la sumisión de la fuerza bruta a la inteligencia. Y la regla recuerda al Compañero que debe proceder de tal manera que sus acciones sean tomadas por norma general.

La Estrella Flamígera es de cinco puntas y tiene una “G” en el centro. Este astro místico de la razón ilumina al Compañero, ayudándole con su luz inextinguible a disipar las tinieblas de la ignorancia. También simboliza el conocimiento del hombre, hacía donde se dirigen los estudios en el Segundo Grado.

El Grado de Compañero simboliza el estudio del hombre y la manera de educarle para que conozca sus deberes y derechos, para que sepa emplear todos los recursos de que le dotó la naturaleza, ser libre de la esclavitud de los instintos y vivir por la inteligencia; de aquí el nombre de iniciación perfecta que le daban los antiguos iniciados. La finalidad de este grado es darle a conocer al Compañero, todas y cada una de las facultades que concedió al hombre el Gran Arquitecto del Universo y el modo de utilizarlas, desarrollarlas y perfeccionarlas, tanto física como intelectualmente. El compañero, pasa de la práctica a la teoría para dirigir y vigilar a los Aprendices y auxiliar a los Maestros, porque un Compañero hábil será sin duda alguna, un excelente Maestro Masón.

EL TERCER GRADO SIMBÓLICO – EL MAESTRO MASÓN

El tercer grado, el de maestro, corresponde a la etapa de la deducción o la síntesis y resume los grados anteriores. Está bajo la dirección del Venerable Maestro, que representa el Espíritu o Ser Supremo en nosotros. En esta etapa evolutiva uno se integra con el Todo y adquiere una conciencia universal, la cual está en correspondencia con el carácter universal de la masonería.

Este proceso de integración como se ve, conduce a esferas cada vez más amplias de luz y comprensión, acercando al hombre, gradualmente, a la liberación de las limitaciones que son propias de la oscuridad en que vive; liberación que, para el mundo material, equivale a la muerte, pero que, para el mundo interno del espíritu es la vida.

El Grado de Maestro exhibe a un hombre capacitado para hacer bien las cosas, para errar menos en su trabajo, por lo que deberá poseer un caudal cultural suficiente para enfrentarse a los problemas de la vida, con tanto interés por los propios como por los ajenos. La simbólica piedra bruta debe estar ya labrada con eficiencia y constancia, fundada en la calidad humana y en la filosofía del bien para todos.

La palabra Maestro que deviene del latín MAGISTER. Se conoce con este nombre al que enseña una ciencia, arte, oficio y especialmente las primeras letras; además, al que es perito en una materia. Se llama efectivamente Maestro a aquel que es Magis, o sea más sabio y justo. También es el título que se da al Tercer Grado en el simbolismo de casi todos los Ritos conocidos, en el que prepara al Masón con conocimientos especiales para entrar en la verdadera misión filosófica y progresiva de la Orden.

Los trabajos de la Cámara del Medio tienen por objeto demostrar al Maestro Masón, que la vida y la muerte como principio y fin de cuanto existe, son el producto de la generación. Que la inteligencia constituye y distingue al hombre y que para conservar su integridad, deberá resistir siempre, en cualquier circunstancia y con todas sus fuerzas, los ataques de los enemigos del progreso: la ignorancia, la hipocresía y la ambición.

La primera y más importante labor del Maestro es la de enseñar al ignorante, abatir al ambicioso y desenmascarar al hipócrita. De este trabajo depende la conservación de la Orden y la garantía del secreto en la sublime Cámara de Medio. El Maestro Masón debe ilustrar su entendimiento y dirigir sus pasiones hacia el bien general; vigilar las acciones y pensamientos propios, socorrer a sus hermanos y proporcionarles materiales para el trabajo, con el fin de perfeccionar el Templo del cual es a la vez arquitecto, material y obrero, porque “el Templo es el hombre, y trabajar en la perfección del mismo es trabajar en el mejoramiento de sus costumbres y en el perfeccionamiento de su ser”.

Por último, el Maestro Masón debe concurrir con su trabajo e instrucción al desarrollo de su Logia, y de la Institución en general, desempeñando con el mayor celo, lealtad y acierto los cargos para los que se haya elegido y los servicios que se le confieran. “No olvidando jamás que en la Cámara del medio, la plancha de trazar está dispuesta para toda clase de construcciones”.

CONCLUSIONES

Hemos visto, que la iniciación masónica conlleva tres fases sucesivas, tres grados, los cuales representan precisamente estas tres fases. Los tres grados simbólicos describen, en su conjunto, el ciclo completo de la iniciación. De hecho, sin embargo, siendo que la iniciación masónica es simbólica, los masones que ella forma no son más que el símbolo de los verdaderos masones, puesto que allí se indica simplemente el programa de las operaciones que aquéllos deberán realizar para alcanzar la iniciación efectiva.

Este proceso de evolución, lleva gradualmente al reconocimiento de la realidad de nuestra divinidad, y tiende a facilitar la manifestación del Dios inmanente en cada ser, acondicionando la personalidad, que es su instrumento de expresión. Las tres etapas de este proceso son similares a las que condujeron a la trinidad de manifestación del Ser Supremo; unidad, dualidad y nuevamente unidad, lo cual es otra expresión del proceso de la síntesis. Siendo todo un reflejo de la trinidad, que de alguna manera debe manifestarse en todo proceso que se lleva a cabo en el universo.

El método para llegar al objetivo de integración que marca cada grado, en lo que respecta al sistema masónico, representan las tres etapas de la evolución humana y constituye una característica de todos los tiempos para todos los hombres en todas partes. Se hallan confirmadas por los conocimientos esotéricos de todas las épocas. En la masonería estos tres grados son solo simbólicos. Hay muchos masones que ostentan el tercer grado, el de maestro y que apenas están en los primeros peldaños del grado de aprendiz en la escala evolutiva. Hay, así mismo, aprendices que, en realidad, son maestros. En el verdadero sentido de la palabra.

Bienaventurados los hombres de virtud y paciencia, que limitan su ambición a la practica de la moral. Gloria y prosperidad a los que, propagando esta moral conservadora de la especie humana, elevan su espíritu al Supremo Hacedor, implorando gracia para el hombre virtuoso y perdón para el delincuente arrepentido.

Es Cuanto.
Ernesto Márquez, M:.M:.
Valle de Caracas, 13 de febrero de 2006 (ev)

SÍMBOLOS Y SIMBOLISMO

A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.A mi Madre Resp.·.Log.·. “ILUSTRE AMERICANO Nº 150”V.·. M.·. Q.·. H.·. Prim.·. Vig.·. Q.·. H.·. Seg.·. Vig.·. y QQ.·. HH.·. TodosS.·. F.·. U.·.

El trabajo que presento y está a vuestra consideración, lo he titulado: "SÍMBOLOS Y SIMBOLISMO".
Los Símbolos revelan el curioso mecanismo del cielo y la tierra, explican los engranajes de la máquina humana, conducen al hombre hasta el átomo y las relaciones entre la naturaleza y el hombre, narran la evolución de las razas humanas que tocaron los límites de la ciencia y la civilización.
Los hechos cotidianos, no son tan anodinos como pueda parecernos a primera vista. Los símbolos han acompañado al Hombre desde el principio de los tiempos y le han ayudado a comunicarse con la Divinidad desde la mirada de todas las religiones.
La principal función de los símbolos es permitir el acceso a niveles de realidad inabordables de otra manera, y abrir el entendimiento humano a perspectivas insospechadas.
Es un hecho que la palabra símbolo es usada corrientemente en nuestro lenguaje, se dice que un triángulo, un circulo, una cruz, una estrella, algunas herramientas de construcción, la historia de un hombre bueno muerto por otros malvados, he aquí todo lo que es honrado con gran misterio por la inteligencia de los pueblos. En tanto los paisajes cambian de un lugar a otro, poco importa porque allí donde aparecen trazados cruces, estrellas, triángulos, cuentan la historia de un Dios bueno que vivió entre los hombres.
Para la mayoría, estos signos son caracteres sobre naturales. Su secreto complejo revela una historia divina, de un hombre bueno, un martirio, una gesta de un héroe, que la muchedumbre adora sin comprenderlos. Es la religión de los padres que murmura la multitud. Es el idéntico fervor que anima al árabe a postrarse ante el cubo de la Ka'aba, al Cristiano ante la Cruz, al Judío en el Muro de los Lamentos.
Los símbolos son tan antiguos como el hombre, fueron la expresión manifiesta de los primeros destellos de la inteligencia, que les permitió formular las ideas, que tomaron cuerpo en su mente ante el grandioso espectáculo de la naturaleza. Por medio de símbolos los Egipcios comunicaron el conocimiento de su filosofía esotérica. En general la primera enseñanza de la palabra, en todas las civilizaciones antiguas, Egipcias, Caldeas, Judías, consistía en símbolos.
En cuanto a aquellos que hacen profesión de Ciencia estos signos son símbolos con los que los hombres representaban sus actividades. Para el sacerdote, manifiesta la verdad revelada por Dios, son las letras sagradas de aquel gran libro que es el Cielo. Para los iniciados, estos símbolos constituyen la expresión sintética de una Ciencia Ancestral y maravillosa de la cual los hombres han perdido la memoria. Enseñan todo lo que ha sido, todo lo que es y todo lo que será, de una forma inmutable. En fin estos símbolos constituyen las gemas cristalizadas, de las obras del pasado, que dejaron las razas antes de morir, a fin de que puedan transmitir en el tiempo su alma intelectual.
Mackey, define EL SIMBOLO como un signo visible, con el cual está representado un sentimiento espiritual, emoción o idea. Lorenzo Frau lo define como una figura emblemática o imagen significativa. El credo o sumario que contienen los artículos de fe. Signo eterno y visible con el que se enlaza un sentimiento espiritual, una emoción o una idea.
La palabra francesa symbole viene de la palabra griega sumbolon que significa literalmente para comparar una cosa con otra. René Alleau en su obra la Naturaleza de los Símbolos, dice: El símbolo exprime, o más bien sugiere verdades irracionales, teniendo por consecuencia una parte de misterio, él escapa en gran parte al dominio de la razón, que no es en todo el espíritu y se emparienta aquel de sagrado, siendo en ciertos aspectos el lenguaje de los Dioses. El carácter objetivo de un símbolo que representa algo material a la vista y al tacto, como representación de una cosa mas profunda, era más comprensible para la mente humana de las primeras edades del mundo.
Una de las ideas del simbolismo es el de sugerir lo inexplicable, de hacerlo asentir, por las transposiciones que permite efectuar de uno a otro orden, de lo inferior a lo superior. Su modo gráfico de expresión, se basa en la relación de analogía entre la idea que se trata de expresar y la imagen gráfica por la cual se expresa.

LOS MISTERIOS ANTIGUOS Y EL SIMBOLISMO

En cuanto al termino Misterios, nadie puede dudar que fueron los símbolos el lenguaje universal de la Teología Antigua, pues los Instructores del Mundo a semejanza de la naturaleza dirigían la enseñanza por la vista. Los sabios antiguos Persas, Egipcios y Griegos, adoptaron la costumbre de rodear sus doctrinas de enigmas difíciles de interpretar, ilustrando a los hombres con símbolos y parábolas que estaban más a su alcance y conocimiento. Eran los Misterios una sucesión de símbolos y la parte oral de los mismos una explicación de su significado, en ellos se mezclaban comentarios sagrados, ideas sobre física y moral, teorías sobre la creación, alegorías sobre la naturaleza, las relaciones entre los planetas y los elementos y sobre todo las ideas recibidas acerca de las relaciones entre Dios y los hombres.
La palabra Misterio viene del griego musterion, que significa secreto algo que debe permanecer oculto, da la idea de silencio, otro termino que etimológicamente se aplica a todo lo relacionado con misterio es Místico, del griego mustikos que es un adjetivo de mustes o iniciado, por lo que musticos es iniciático, y se relaciona con la iniciación y su doctrina. En el sentido mas exterior, el misterio es de lo que no se debe hablar, aquello que está prohibido hacer conocer afuera, un segundo sentido mas interior, designa lo que se recibe en silencio, eso sobre lo cual no se debe discutir, porque son verdades que por su naturaleza supranatural y supraracional, están sobre toda discusión.
Finalmente hay un tercer sentido mucho más profundo, en el cual el misterio es propiamente inexpresable, que no se puede mas que contemplar en silencio, y por tal razón es incomunicable. Existe una alianza entre los sistemas filosóficos y simbólicos que se evidencia en monumentos de todas las edades, y en los escritos simbólicos de los Padres de las Naciones y que luego pasaron a formar parte de los rituales de las Sociedades Secretas y Místicas. Fue de esta forma como los Patriarcas se expresaron mediante una serie constante de principios invariables y uniformes que forman un conjunto armonioso y perfecto que a su vez definen una ceremonia de naturaleza religiosa y secreta, que necesita una preparación o una iniciación por parte del interesado que desea comprenderlos.
Existen así PEQUEÑOS Y GRANDES MISTERIOS, siendo los primeros lo mas a menudo de naturaleza simbólica y de uso común, comprenden todo lo que se relaciona con el desarrollo de las posibilidades del estado humano y culminan con lo que se ha denominado la restauración del Estado Primordial, y estos no son mas que una preparación para los Grandes Misterios, estos conciernen a la realización de los estados suprahumanos, tomando al ser en el estado que lo han dejado los Pequeños Misterios y conduciéndolo a través de estados de orden espiritual hasta llegar a la Identidad Suprema, los Grandes Misterios tienen por dominio el conocimiento metafísico, son los más elevados y acercan al iniciado a las verdades ocultas de la divinidad. Para caracterizar estos dos términos, se puede aplicar un simbolismo geométrico, en la primera se puede hablar de una realización horizontal, representada simbólicamente y correspondiente al dominio humano, esta sirve de base a la segunda, la realización vertical descrita como una ascensión a los cielos, es una realización suprahumana que se identifica con los estados superiores.
Todos los filósofos que han ilustrado la antigüedad, fueron discípulos de la iniciación, siendo el progreso y la fundación de los misterios en aquellos tiempos los que permitieron a los hombres liberarse del caos de las supersticiones. Solo los Misterios pudieron liberar al hombre de la barbarie. De ellos se derivan su doctrina Confucio, Zoroastro y Hermes.
Tales eran las características de los Misterios Antiguos que fragmentos de ellos han llegado a la moderna Francmasonería. Estas influencias las encontramos en los diferentes Ritos de la Orden. Los más importantes fueron los de Osiris en Egipto, los de Mithra en Persia, los de Adonis en Siria, los de Dionisio y Eleusis en Grecia, los Druidicos entre los Celtas. En todos los misterios se encuentra un factor común indicando un mismo origen, las ceremonias de iniciación eran todas de carácter fúnebre, eran del tipo de una muerte y resurrección místicas que aludían a un personaje heroico o de un semidiós. En todos se instruía en la subordinación de los grados y el candidato se sujetaba a pruebas, físicas y de conocimientos, las pruebas se celebraban en la oscuridad de la noche, el aspirante debía ser probado y enteramente purificado para poder alcanzar la sabiduría y la luz. El carácter esotérico de los misterios quedaba preservado por medio de los mandatos y juramentos de discreción, y cuya violación era castigada con la muerte. En la fábula de Osiris, Isis encontró sobre la tumba del cuerpo de su esposo Osiris, un árbol frondoso de Acacia, este concepto fue tomado por los Judíos pues José y Moisés fueron iniciados egipcios, y lo transformaron en la leyenda de Hiran, de allí el simbolismo de la muerte y resurrección del iniciado, el simbolismo de la rama de acacia, de la transmutación del compañero cuando es simbólicamente asesinado y resucita posteriormente. En los misterios de Mithra Zoroastro recluía a los iniciados en lúgubres cavernas, ceremonia que fue adoptada por casi todos los Misterios y paso la francmasonería en la forma del Cuarto de Reflexiones. La iniciación Eleusiana exigía al aspirante permanecer estacionario por diferentes intervalos de tiempo, de allí las edades de la masonería. En los misterios de la India el candidato hacía tres viajes, describiendo un circulo que se detenía en el sur, la masonería simbólica ha conservado estos viajes. Los Essenios exigían a los aspirantes a ingresar en la Orden a desprenderse de todas sus riquezas.
Considero que a los fines y metas de nuestro Rito, los símbolos son de gran trascendencia para el conocimiento Masónico, debiendo de trabajar en sus internados misterios, en búsqueda de la Luz en cada uno de nosotros y posteriormente en los que nos rodean, proclamando la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
Quiero terminar este trabajo proclamando que " Cualquier día es bueno para arreglar las cosas, incluso nuestra vida ". Mirad cuan bueno y cuan delicioso es, habitar los hermanos juntos en armonía...
Es cuanto, V.·. M.·. Q.·. H.·. Prim.·. Vig.·. Q.·. H.·. Seg.·. Vig.·. y QQ.·. HH.·. Todos
Or.·. de Antimano, 24 de Marzo de 2003 (e.·.v.·.)

Fraternalmente
A.·. M.·. ERNESTO MÁRQUEZ MARÍN.

martes, 12 de enero de 2010

Alcance del concepto de "Hermandad" en la Masonería

Los masones, para serlo, deben ser reconocidos como tales por sus hermanos. Si para ser masones tienen que ser reconocidos por sus hermanos, se deduce que todos los masones, siempre que se reconozcan mutuamente como tales, son hermanos.
Por lo que a mí respecta considero el sentimiento de fraternidad así como el de la amistad, como el sentimiento más noble que puede existir.
Más incluso que aquél más natural, como el del amor a los hijos o a los parientes de sangre. Ahora bien, como la amistad, el sentimiento de fraternidad se tiene que basar en el roce que forja la estima y el reconocimiento mutuo. Yo jamás negaría la mano amistosa ni el abrazo fraternal a ningún masón o masona sean cuales sean sus creencias o militancias, aunque pueda no compartirlas.
También mi Logia y mi Obediencia hacen gala de ello permitiendo recibir como hermanos y hermanas a los miembros de cualquier otra Obediencia masónica regular, al margen de que existan o no firmados acuerdos o protocolos de cooperación con ella.
Lo que también es cierto es que, al menos yo, jamás podré considerar como hermano o como amigo a nadie que me niegue a mi tal condición por razón de mis propias creencias o militancias, negándose o justificando la negación del contacto masónico sobre el que debe basarse la estima y el reconocimiento mutuo. Sin este contacto y reconocimiento mutuo, la fraternidad sería para mi sólo una palabra tristemente manoseada.
Sin embargo, muy a menudo, las relaciones entre masones están afectadas por causas más o menos accidentales. Pero es también lo cierto que los hermanos masones, cuando se consideran como tales, guardan entre sí el mayor de los afectos mutuos.
Como dije antes, la consideración fraternal en masonería está profundamente relacionada con el hecho del mutuo reconocimiento de la calidad de masón de los hermanos.Es necesario para entender bien el concepto de la fraternidad en masonería desligarlo, cosa que muy pocas veces suele hacerse, de una concepción cristiana de este concepto.
En la cultura cristiana la fraternidad entre todos los hombres es la consecuencia natural de su aceptación de un Dios padre común, pero para el masón (si nos limitamos a su consideración de tal) el hermano es simplemente aquél que se ha iniciado regularmente y practica el Arte Real. Muchos masones son cristianos, pero otros muchos no lo son, por lo que no hay que vincular la ética masónica con la moral cristiana, confundiendo sus consecuencias. Un ejemplo es el famoso precepto de poner la otra mejilla, cuando un hermano (cualquier hijo de Dios padre) es ofendido por otro, lo que es una moral propia de dicha religión pero no de la masonería.
En masonería los conflictos que pueden darse entre hermanos tienen otros canales de solución distintos, pues la fraternidad en masonería es una Institución de derecho, dicho esto sin detrimento alguno de la moral cristiana. Lo estrictamente propio en masonería (porque hay masones que son también cristianos) es que el concepto fraternidad es la consecuencia de un acto libre y consciente de compromiso mutuo, siendo por ello el reconocimiento pleno de la calidad masónica un elemento esencial para que opere el sentimiento y las obligaciones que se derivan del principio de fraternidad.
Esta cultura de la fraternidad está más relacionada con nuestro origen gremial (sindical) que con una concepción religiosa que, en mi opinión, muy a menudo suele interferir en la correcta comprensión de los principios masónicos. Hecha esta aclaración sobre el concepto de fraternidad y su relación con el reconocimiento masónico, puedo asegurar que no conozco a ningún masón que se pelee con otro, o que no solucione rápidamente cualquier disputa con un hermano, y no porque uno no quiera pelearse, sino porque ninguno de los dos lo quiere.
Para mí, hablando de hermandad, lo que es relevante, en todo caso, es que se reconozcan todos como hermanos y hermanas masonas, aunque prefieran que sus logias sean femeninas, mixtas o masculinas. Dado que lo propio en masonería es el vínculo que se establece entre las diferentes Logias que forman la Cadena de la Unión masónica y que las visitas de Logia en Logia es otra característica esencial de la vivencia masónica, el hecho de que la Logia madre de alguien sea sólo femenina, no supondrá nunca la creación de una barrera de contacto con masones en este caso del género masculino.
La fraternidad masónica es, para concluir, una consecuencia del acto libre de reconocerse distintas personas como masones y, por tanto, como miembros de una gran familia universal. De ella se deriva la solidaridad y el respeto mutuo así como un sentimiento de amistad sincera. Es muy normal, aunque no nos digas cuáles ni donde, hayas oído en unos lados unas cosas y otras distintas en otros lugares porque masonerías hay muchas y algunas incluso la mar de curiosas.

Masonerías irregulares y dogmáticas

En realidad la masonería es sólo masonería, que no puede ser otra cosa que regular y adogmática. Si pierde su regularidad, es decir, si la correa de su transmisión iniciática es quebrada, deja de ser masonería, si es dogmática, es decir, si deja de basarse en los principios constitucionales de respeto absoluto a la libertad de conciencia y deja de buscar unir lo que está disperso, deja también de ser masonería. Dicho esto, puesto que hay organizaciones que se dicen masónicas pero a las que no se le reconoce una transmisión iniciática regular de los ritos que practican.
Como existen también organizaciones masónicas cuyos principios vulneran claramente los principios constitucionales de la francmasonería moderna, basándose en el dogma y la exclusión; debemos añadir estos dos adjetivos de regular y adogmática para explicar dos características esenciales y propias de cualquier masonería que se precie y distinguirla de las anteriores.
dogma. (Del lat. dogma, y este del gr. δόγμα).
1. m. Proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia.
dogmático, ca. (Del lat. dogmatĭcus, y este del gr. δογματικός).
4. adj. Inflexible, que mantiene sus opiniones como verdades inconcusas.
Como decía, la masonería es, en si misma y debería ser siempre una institución adogmática, porque tiene en su misma constitución original un "ethos" del que bebe el pensamiento científico. En la antiguedad la ciencia se definía como Geometría que viene a ser un sinónimo de Masonería. Hablamos obviamente de categorías clásicas y no de ciencia o geometría en un sentido moderno.
Efectivamente, los primeros masones, constructores operativos, manejaban claves de funcionamiento basadas en la falsabilidad (si el arco estaba mal medido éste se caía). Eso le hizo ir adquiriendo una concepción de la realidad muy a menudo opuesta a los dogmas establecidos y, como consecuencia, conciencia de la injusticia y el valor del "saber" como medio transformador. Este "conocer" convertía a los masones en potenciales amenazas para le poder establecido. De ahí el secreto y también el pragmatismo de guardar las apariencias.
Este pragmatismo puede observarse muy bien en el contexto de 1723 en la primera Constitución de la francmasonería moderna, denominada “Constitución de Anderson” que después de hacer afirmación de rechazo del ateísmo, viene a decir que, si bien antiguamente se exigía a los masones seguir la religión del país en el que se encontraran, hoy se les exige sólo ser conformes a la religión en la que todos los hombres están de acuerdo, es decir, ser hombres probos y honestos"...
Sin embargo, como sabemos, años después, sobre 1760 un movimiento de reacción dentro de la Gran Logia Unida de Inglaterra, supuso una vulneración de este principio de adogmaticismo al establecer que "la masonería tiene su fundamento en la creencia en Dios, el Gran Arquitecto del Universo, en su verdad revelada y en la inmortalidad del alma".
Los criterios que impone en la actualidad la Gran Logia Unida de Inglaterra a aquellas otras Grandes Logias que desean verse reconocidas por ella incluyen entre otros como puntos fundamentales:
Los masones bajo su jurisdicción deben ser hombres, tanto ella como sus Logias no deben tener ningún contacto masónico con Logias que admiten a mujeres a la iniciación.
Los masones bajo su jurisdicción deben creer en un Ser Supremo.
Todos los francmasones bajo su jurisdicción deben tomar sus obligaciones sobre o a plena vista del volumen de la ley sagrada (es decir, La Biblia) o el libro considerado sagrado por el varón concernido.
Las tres "Grandes luces" de la Masonería, (es decir, El volumen de la ley sagrada, la escuadra y el compás) deben estar visibles cuando la Gran Logia o sus logias subordinadas están abiertas.
La discusión de religión y política dentro de sus logias debe ser prohibida.
Todo ello configura un espacio de regularidad que, desde el punto de vista de la Masonería Adogmática, entran en franca colisión con los grandes principios de tolerancia y universalidad establecidos desde la primera Constitución.
La Masonería Adogmática, por su parte, no impone ningún criterio de relación que se base en este tipo de imposiciones. Sus principios, si tomamos como ejemplo la declaración de uno de sus principales exponentes, el Gran Oriente de Francia, además de aceptar la regularidad de la iniciación femenina, reconocen a la Francmasonería como una:
"Institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, la francmasonería tiene por divisa la búsqueda de la verdad, el estudio de la moral y la práctica de la solidaridad, trabaja por el mejoramiento material y moral, y el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad. Tiene por principios la tolerancia mutua, el respeto al prójimo y a uno mismo y la libertad absoluta de conciencia. Considerando las concepciones metafísicas como del dominio exclusivo de la apreciación individual de sus miembros, rehúsa de toda afirmación dogmática”. (art. 1 Constitución del GODF)
En relación a todo ello, podemos hablar de un primer modelo de Masonería Adogmática que considera que, en el camino del conocimiento de sí mismo y de la verdad filosófica, no deben establecerse límites a la conciencia del masón, respetando tanto las estrategias fundamentadas en una concepción espiritualista como las que se basan en la utilización exclusiva de la razón, y dentro de cada una de ellas y respectivamente, tanto las que adoptan la forma de un credo religioso como las de enfoque materialista. Dentro del marco descrito, que se corresponde con las Obediencias masónicas adogmáticas, el principio que mejor sirve al objetivo de la búsqueda filosófica es, por tanto, aquél que propugna la libertad absoluta de conciencia.
Al rechazar establecerse sobre ningún dogma previo, tienen en él cabida todas las concepciones, incluso las más extremas (las teístas y las ateas) con la condición de que acepten como válido el marco de la libertad absoluta de conciencia que propugna dicho modelo. Es muy importante subrayar que hablamos aquí de marcos de organización y no de posicionamiento doctrinario de las Obediencias. De forma que, cuando una Obediencia del modelo adogmático declara admitir en su seno a los ateos, no está ella misma como organización haciendo ninguna declaración de ateísmo, sino de respeto y valoración moral hacia todas las fórmulas de estudio de la realidad, se basen o no en una creencia metafísica.
En el extremo diametralmente opuesto encontramos el modelo que, poniendo como centro de la búsqueda de la verdad una doctrina religiosa específica, define las demás concepciones como imperfectas o erróneas y, por supuesto, mucho más si éstas se basan en una estrategia puramente racionalista. Este tipo de masonería se configura como un modelo de Masonería dogmática que en sus versiones más abiertas mantiene una posición ecuménica respecto a otras doctrinas religiosas afines, - por ejemplo validando las distintas corrientes cristianas - configurado como un espacio lineal en el que la búsqueda de la verdad es sólo posible a través de la asunción de un fideísmo religioso.
El modelo suave de esta concepción teísta, tiene como elemento clave el de la tolerancia religiosa. Dicho modelo establece como punto central de su estrategia la creencia en un Ser Supremo con el título simbólico de Gran Arquitecto del Universo. El modelo teísta no excluye desde luego el uso de la razón, aunque si le impone un límite, exigiendo a sus miembros la aceptación explícita de un principio trascendental o espiritual en su búsqueda filosófica.
Las estrategias exclusivamente racionalistas y, por supuesto, la de aquellos que se consideran ateos quedan excluidas del marco establecido por este modelo. Al contrario que en el caso de la Masonería adogmática, no hablamos aquí ya sólo del establecimiento de un marco organizativo sino también de un posicionamiento doctrinario que exige la creencia en un principio espiritual y rechaza toda corriente exclusivamente positivista como vía para la búsqueda de la verdad. Existe pues una masonería dogmática en el sentido:
Que da por firme y cierta la existencia en un principio trascendente, Ser Supremo o Dios, en el cual exige creer a sus miembros.
Que se manifiesta inflexible respecto a esta verdad que considera inconcusa, negando la condición de masonería regular e incluso el contacto masónico, con todos aquellos cuerpos que no den por cierta y exijan dicha creencia.

Clasificación y Tipología Masónica

Al acercarse a la realidad masónica, muchas personas experimentan una gran confusión al constatar la existencia de distintos tipos de masonería, más o menos alejados entre sí y la dificultad de situar estos tipos y las características particulares que los definen. Existen distintas propuestas clasificatorias, algunas de las cuales a mi me parecen incompletas o bien interesadas o basadas en experiencias subjetivas.
La clasificación de los tipos de masonerías existentes que a mí me parece más completa se basa en su posición respecto a cuatro ejes principales: Su origen, su legitimidad, su configuración y sus intereses.
A) Según su origen histórico: Las distintas obediencias y ritos masónicos han sido creadas en contextos históricos, geográficos y por personas o grupos de personas que perseguían con ello fines totalmente distintos. Así, en torno a este parámetro pueden definirse las siguientes tipologías:
Masonería operativa: Gremios de constructores cuyo fin es la instrucción en el arte de la construcción y la defensa de los intereses gremiales. Ejemplo histórico: Logia de York y las Constituciones Góticas - Ejemplo actual: el Compañerismo francés.
Masonería simbólica de los "Modernos": Masonería especulativa de subrayado carácter filosófico y filantrópico. Basada en la primera Constitución de Anderson de 1723 e influenciada por los ideales de la Ilustración, pese a haber nacido en Inglaterra, perdurará en parte en los Estados Unidos pero sobre todo en Francia en torno al Rito Moderno Francés. Ejemplo histórico: La primera Gran Logia de Londres - Ejemplo actual: Obediencias y Logias que practican el Rito Francés.
Masonería simbólica de los "Antiguos": Masonería especulativa de carácter filosófico y espiritual. Basada en la Constitución denominada Ahiman Rezon y posteriormente, en la modificación de las Constituciones de Anderson a partir de la unión en Inglaterra de la facción de masones católicos irlandeses que se autodenominaron los "antiguos" con los "modernos". Con la variante continental de influencia católico escocesa. Ejemplo histórico: La Gran Logia Unida de Inglaterra - Ejemplo actual: Obediencias y Logias que practican el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Paramasonería: Organizaciones y Logias constituidas para grupos y fines específicos de tipo político u otros. Pueden incluir o no alguna práctica ritual. Ejemplo histórico: Las Logias Lautarias - Ejemplo actual: La Orden de Orange o las Logias B'nai B'rith.
B) Según su legitimidad: Como orden iniciática, la masonería transmite sus ritos a través de la Iniciación masónica. Esta iniciación ha podido darse en el marco de una estructura y por masones legitimados para conferirla o, a contrario, haber sido recibida en el contexto de un marco o por personas no autorizadas para ello (por ejemplo por no haber sido iniciadas ellas mismas en un marco autorizado o por no tener el grado correspondiente). La necesidad de esta legitimidad de origen se extiende igualmente a las organizaciones masónicas que en el momento de ser constituidas deben contar con el reconocimiento de alguna otra organización legítimamente constituida. En función de este parámetro existen dos tipos de masonería.
Masonería regular - ejemplos actuales: Gran Oriente de Francia - Gran Logia de España
Masonería irregular - ejemplos actuales: Orden Rojista
C) Según su configuracion: Existen en determinados tipos masónicos límites establecidos y/o condiciones exigidas para la admisión de miembros o para dispensarles el reconocimiento fraternal que afentan, muy especialmente, a la admisión de mujeres, de personas de determinadas razas o a la condición sobre determinadas creencias. Siguiendo este parámetro podemos encontrar:
Masonería liberal: Logias y Obediencias que si bien pueden estar configuradas ellas mismas como mixtas, masculinas o femeninas, reconocen y admiten la visita de los masones y masonas regulares de cualquier género. Ejemplo actual: El Derecho Humano, Gran Logia Simbólica Española, Gran Oriente de Francia, Gran Logia Femenina de Francia.
Masonería tradicionalista o conservadora: Logias y Obediencias masculinas que no reconocen la regularidad de la iniciación femenina y/o que no permiten la participación de mujeres masonas en sus trabajos. Ejemplo actual, Gran Logia de Francia, Gran Logia de España.
Masonería dogmática: Logias y Obediencias que ponen como condición para la admisión de sus miembros afirmar cualquier tipo de creencia metafísica y/o que rechazan reconocer fraternalmente a aquellas que admiten ateos, no trabajan en presencia de un Libro considerado Sagrado o no dedican sus trabajos a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo. Gran Priorato de Hispania, Gran Logia de España
Masonería adogmática: Logias y Obediencias que rechazan cualquier afirmación dogmática y promulgan la libertad absoluta de conciencia de sus miembros no estableciendo ninguna condición para su admisión relacionada con sus creencias metafísicas. Ejemplo actual: Gran Oriente de Francia
Masonería Prince Hall: Logias y Obediencias formadas sólo por varones de raza negra. Ejemplo actual: Grandes Logias Prince Hall de los Estados Unidos de Norteamérica.
D) Según sus intereses: Se refiere al carácter general que dan las Logias y Obediencia a sus fines y objetivos, los medios que se plantean para lograrlos, la dinámica de sus trabajos, el sentido que le dan a los ritos y los temas de reflexión, podemos destacar tres grandes tipos masónicos:
Masonería esotérica: Logias y Obediencias que ponen el acento de sus intereses en la instrospección individual. El rito, el simbolismo y el camino iniciático se entiende como un proceso mágico/espiritual. Existe una frecuente imbricación con otras escuelas mistéricas (rosacruces, templarios, cábala). Existe una inhibición o cuando no una prohibición y un rechazo hacia el debate sociopolítico en las Logias, lo que se considera o irregular o profanante. Ejemplo actual: Gran Priorato de Hispania, Logias y Obediencias que practican el Rito de Memphis Mizraim, Gran Logia de España (Logias escocesas)
Masonería filantrópica: Logias y Obediencias que ponen el acento en los aspectos convivenciales, en el beneficio mutuo y en la acción benéfica mediante de actos sociales de caridad o solidaridad. Los aspectos rituales son simplificados y los debates y la acción sociopolítica descartada. Gran Logia de España (Logias de emulación), Gran Logia Unida de Inglaterra, Grandes Logias de los EE.UU.
Masoneria de compromiso: Logias y Obedienicias que ponen el acento de sus intereses en la mejora intelectual y social de la humanidad bajo una concepción filosófica republicana (Democrática y Laica). El rito, el simbolismo y el camino iniciático se entiende como un medio de ordenamiento y transmisión que es interpretado racionalmente. A las medidas de solidaridad con los desfavorecidos, se suman los debates sociopolíticos que son propiciados y tienen un fin de transformación social sobre las premisas de la libertad, la igualdad y la solidaridad. Ejemplo actual: Gran Oriente de Francia.
Es importante tener en cuenta que esta clasificación se refiere a características que en su máxima expresión pueden ser constitutivas de una concepción masónica específica, lo cual no quiere decir que sean características absolutas, carentes de toda graduación o permeabilidad entre ellas. Por ejemplo, muchas Obediencias son hasta cierto punto esotéricas o hasta cierto punto sociales, y dentro de otras muchas, según el rito que practiquen, sus logias podrían ser clasificadas dentro de uno u otro epígrafe, pero se trata aquí de clasificar diferencias significativas que en algunos casos llegan a configurar un tipo determinado y peculiar de masonería.
=
Por otro lado, y para huir de una casuística que además de ofrecer infinitas combinaciones y gradaciones entre unas y otras categorías, puede mostrarse esquiva para cualquier clasificación (por ejemplo logias con una importante manifestación política pública en Obediencias que prohíben el debate político, o Logias que formalmente no admiten la regularidad masónica femenina pero que mantienen relaciones "oficiosas" con Logias femeninas) he procurado y recomiendo, a la hora de clasificar, ser formalista y tener en cuenta el posicionamiento que se deriva de las propias declaraciones de principios, normas y reglamentos, de las distintas Obediencias y Logias.