jueves, 11 de febrero de 2010

LIBERTAD IGUALDAD Y FRATERNIDAD

Todos los Masones, sabemos que estas tres palabras, son el lema que identifican a la Francmasonería. Al escuchar la palabra libertad, enseguida pensamos en la forma de gobierno, que un pueblo tiene para elegir a sus autoridades en forma libre y democrática. La libertad va más allá de ese ejercicio que nos permite expresarnos para escoger las autoridades, de nuestras instituciones.
Cuando en julio de 1789 la ciudad de Paris estallo ante la revolución Francesa, el mundo escuchaba por primera vez palabras como democracia, igualdad y Libertad, esa revolución fue la respuesta a siglos y siglos bajo los privilegios de la monarquía. Por primera vez, se elaboraba un discurso Político que ubicaba como principal protagonista al pueblo.

Cuando se habla de LIBERTAD, se esta hablando de los valores mas altos de la democracia, de la soberanía popular y la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, del voto universal, de los derechos humanos, libertad de prensa, libertad de culto, libertades económicas etc.

Conviene tomar de antemano las precauciones necesarias para depositar los destinos de la libertad en manos de la VERDAD, que es eterna, antes que en las de los hombres, que pasan, si el gobierno olvidase los intereses del pueblo o si cayese en manos de los hombres corrompidos, la luz de los principios admitidos puede iluminar sus traiciones, para encontrar la muerte ante la sola idea del crimen y la tiranía.

Queridos hermanos ¿Cuál es el objetivo hacia el que nos dirigimos?, el goce pacifico de la libertad y de la igualdad, el reino de esa eterna justicia que representa la eterna Jerusalén celeste.

Queremos un orden de cosas en el que todas las pasiones bienhechoras y generosas se encuentren estimuladas por las leyes; queremos reemplazar en nuestro país el egoísmo por la moral, el honor por la honradez, los usos por los principios, el decoro por el deber, la tiranía por el imperio de la razón, la vanidad por la grandeza del alma, levantar templos a las virtudes y fosas a los vicios, es un ideal que nos permite consumar, la suma de felicidades de los pueblos.

Queremos, en una palabra, consumar el destino de la humanidad, darle FE VIVA, A NUESTROS IDEALES FILOSÓFICOS, LIBERAR A LA PROVIDENCIA DEL LARGO REINADO DE IMPUNIDAD, DEL CRIMEN Y MANTENER NUESTRO JURAMENTO DE REPUDIAR A LOS TIRANOS Y A LA TIRANÍA.

La primera regla de nuestra conducta Masónica, debe ser, dirigir todas nuestra medidas al mantenimiento de nuestro LEMA MASÓNICO Y AL DESARROLLO DE LAS VIRTUDES. Debemos abrazar e instituir todo cuanto contribuya a fomentar el amor a la patria, a purificar las buenas costumbres, a educar los espíritus, a dirigir las pasiones del corazón humano hacia el interés público.

En la Masonería, se encuentra el santuario de la verdad, aquí residen y perduran los más altos ideales de hermanos Masones fundadores de Repúblicas y destructores de tiranos y tiranías.

Nuestro lema, forjan un conjunto de principios de moral republicana, donde estamos obligados a proclamarlos en nuestro nombre dentro y fuera de nuestra institución por el bien de nuestra República.

La instrucción Masónico, hay que hacerla; pero no es suficiente; esto es solo un trabajo simbólico; pero no es ni puede ser esto toda la instrucción que requiere un hombre de mas de 21 años para convertirse en un abanderado de los mas nobles y genuinos ideales de la humanidad, que lucha contra su propia imperfección, contra las pasiones, los vicios, la ignorancia, la superstición, el error, la maldad, la tiranía y el fanatismo.

El conocimiento de los que simbolizan los grados no le da a un hombre el conocimiento de la historia de la humanidad, ni le ilustra sobre lo caras que han resultado para el género humano la conquista de la libertad y la Igualdad. De la única manera que la Masonería es la mas noble y perfecta de la instituciones humanas, es precisamente poniéndola a hacer la más noble y perfecta obra humana. Los golpes de mallete de la masonería no son para hacer ruidos, sino para dirigir la voluntad y perfeccionar al hombre, en el trabajo y la lucha por la libertad la igualdad y la fraternidad.

LA LIBERTAD: Es uno de los tres principios que componen el lema emancipador y regenerador de la Masonería.

El mundo moral, mucho más aún que el mundo físico, parece lleno de contrastes y de enigmas. La naturaleza nos dice que el hombre ha nacido para ser libre, y la experiencia de los siglos nos muestra al hombre esclavo.

Sus derechos están escritos en su corazón, y su humillación está escrita en la historia. Todos los Masones, que han hecho historia, han abolido la esclavitud y han levantado templos a la libertad. La esclavitud es la peor manifestación del instinto de destrucción; es contraria a las leyes del G:.A:.D:.U:. Porque, el primer derecho del hombre es, la LIBERTAD.

La libertad es nuestra riqueza debemos ¡gritarla! Cada vez que un hombre reclama libertad, es como un sol para sus hermanos. Lo que están al servicio de la libertad no morirán jamás.

LA IGUALDAD: La francmasonería ha sido el crisol de los pensamiento de los fundadores de republicas, por principio, repudia a los tiranos y a las tiranías, como tampoco acepta las divisiones de casta y clases de la monarquía. A la republica solo le interesa al pueblo, a los hombres de todas las condiciones sociales.

Como se ha podido observar, en el presente trabajo, los valores señalados tienen su basamento filosófico, sociológico y psicológico debido al ámbito en el que se desarrollan: el mundo y la persona. Este trabajo, presenta principios filosóficos que estimula al masón a ser un hombre de servicio, para incursionar en el mundo del valor del conocimiento humano, para poder llevar con orgullo el titulo de francmasón.

La igualdad se establece como principio en forma tajante <> En nuestros talleres, se debe involucrar muchas actitudes que pueden y deben ser educadas en el Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, el cual, a través de las mismas, deberá enseñar como aprender a aceptar las diferencias legitimas, para poder valorarlas; estas son las diferencias individuales. Así mismo deberá también aprender y enseñar a rechazar y discutir las diferencias no legítimas: privilegios, posesiones, el hecho de que se valore más el tener que el ser.

¿Como podemos enseñar en nuestros talleres la practica del valor de la igualdad? Se pueden enseñar las formas de discriminación bajo el concepto como: la edad, la opinión, la religión, el genero, el origen, las capacidades de cada uno y eliminar así prejuicios y estereotipos con los que nos encontramos cada día. El saber y la creencia de que todos somos iguales, ayudará a eliminar barreras, discrepancias y luchas estériles por los conceptos antes mencionados. Formar en el valor de la igualdad, es dar un paso hacia delante en el ámbito de una verdadera convivencia.

LA FRATERNIDAD: El ser humano es por naturaleza un ser social. Los hombres no somos islas. Libertad, Igualdad y Fraternidad, hacen la trilogía que compone la solidaridad; persona es, o significa: RELACIÓN CON LOS DEMÁS.

A los Masones se nos enseña a caminar por el pavimento de mosaico, de cuadros blancos y negros, que es un hermoso emblema de la multiplicidad engendrada por la dualidad, pero por encima de esta visión dualística de la vida, se encuentra el ara o ALTAR, SÍMBOLO DE LA ELEVACIÓN DE NUESTRO PENSAMIENTOS. AQUÍ APRENDEMOS A IDENTIFICAR ESAS DOS CLASES DE EGOÍSMO. Uno vil, cruel, que aísla al hombre de sus semejantes, que busca un bienestar exclusivo al precio de la miseria de los demás. El otro, generoso, bienhechor, que confunde nuestra felicidad en la felicidad de todos, que asocia nuestra gloria a la patria. El primero engendra los opresores y los tiranos; el segundo, los defensores de la Humanidad que luchan por la fraternidad universal.

LOS GRADOS SIMBÓLICOS DE LA MASONERÍA

La misión principal de la masonería es enseñar la ley de evolución. No es posible hallar una verdadera interpretación de la masonería si no se relaciona su sistema, estrechamente con el proceso evolutivo de la humanidad.

Ninguno de nosotros es un producto acabado. Estamos siempre en proceso de creación o evolución. La historia del hombre ha sido la historia de la búsqueda y del descubrimiento del sendero evolutivo dentro de sí. En todos los tiempos éste ha hollado el sendero, aceptando sus condiciones, soportando sus disciplinas, ha recibido sus salarios y alcanzado sus metas. La existencia de ese camino cuenta con el testimonio de todos los que lo han recorrido conscientemente. Es el sendero hacia la realidad suprema que, en masonería, está representada por el oriente simbólico.

La masonería muestra, simbólicamente, el drama de la evolución humana, también los pasos mediante los cuales se llega a la meta de perfección, la manifestación que tiene el ser supremo en nosotros. Muestra el objetivo de realización del individuo; enseña el camino del crecimiento espiritual y las leyes a que obedece este crecimiento. Este drama evolutivo, tenemos que recorrerlo palmo a palmo; el progreso depende de nosotros.

A diferencia de todos los otros seres en el mundo material, el hombre es el único que tiene la capacidad para tomar su evolución en sus propias manos. De ahí su posibilidad de autorrealización. El puede acelerarla o retardarla. Pero sea cual fuere su duración, tiene que pasar, indefectiblemente, por las tres etapas del proceso natural de la síntesis que caracteriza el proceso evolutivo: 1) la siembra de la semilla, 2) su germinación y crecimiento, y finalmente, 3) su fructificación como resultado de la fusión o unión de dos polaridades. Los límites fijan los principios básicos de estos tres grados evolutivos.

Tratándose de una evolución en conciencia, este proceso va encaminado a la adquisición del elemento más valioso y más importante para el hombre y para la masonería: ¡LA LUZ! Aquello que se conoce como la luz de la conciencia, o del conocimiento, es una síntesis emergente de las experiencias vividas.

Tratándose de cualquier tipo de evolución, es indispensable la existencia de grados sucesivos de realización, que se correspondan con las mismas tres etapas del proceso evolutivo de la luz de las ideas que viene del razonamiento; a saber: 1) el análisis, 2) la correlación y 3) la deducción o la síntesis. Esta evolución en conciencia comprende, al mismo tiempo, un proceso gradual de integración hasta llegar a la unión con todo.

Efectivamente, en lo que concierne al desarrollo de la luz de la conciencia en los seres humanos, éste consiste en tres etapas, comprendidos en el sistema masónico por sus tres grados simbólicos: APRENDIZ, COMPAÑERO Y MAESTRO.

EL PRIMER GRADO SIMBÓLICO – EL APRENDIZ MASÓN

El primer grado, el de aprendiz, comprende esa etapa de desarrollo de lo que se denomina en psicología conciencia individual. En esta etapa se lleva la integración de la personalidad o el ser inferior. Está bajo la dirección del segundo vigilante, que representa la personalidad. Esta integración tiene por finalidad hacer que la personalidad se vuelva un instrumento equilibrado, coordinado y armónico, de manera que pueda sintonizar y expresar con fidelidad a ese Ser Superior que hay en nosotros.

Esta integración exige disciplina, ejercitar, desarrollar y controlar los tres aspectos (físico, emocional y metal) de nuestra personalidad para lograr un domino completo sobre ellos, de manera que ninguno de los tres predomine, haciéndonos perder el equilibrio.

De ahí que la disciplina sea la principal característica de este grado. Esta etapa evolutiva corresponde, por analogía, a la del análisis de tendencias opuestas y luchas dentro de sí, para coordinarlas e integrarlas gradualmente en un todo armónico que permita la captación y transmisión de la luz superior en nosotros, sin distorsionarla.

Durante esta etapa, la enseñanza de la doctrina masónica se encuentra regida básicamente por símbolos, signos, tocamientos, alegorías y metáforas, que es menester sean correctamente interpretados por el Aprendiz, a fin de eliminar de su carácter las imperfecciones adquiridas en el mundo profano y así, poder vencer el influjo nocivo de las pasiones y los vicios, rompiendo para siempre las cadenas esclavistas de la superstición, la ignorancia, el fanatismo, la intolerancia, la envidia, la hipocresía y la ambición.

Cada uno de nosotros ha de ser en la vida primero y fundamentalmente aprendiz; aquél que deje de serlo creyendo saberlo todo, mantiene una venda de ignorancia que le cubre los ojos. Es necesario aprender a cada paso y lo más importante poner en práctica lo aprendido. Sobre esta base de constante aprendizaje se estructura la Masonería, forjando firmemente la actitud y el carácter de sus adeptos, con la constante enseñanza momento a momento. Por las anteriores consideraciones, podemos afirmar que el Grado de Aprendiz, está destinado a ser el pilar firme y seguro del progreso masónico, ya que contiene los conocimientos más útiles, para dominar las pasiones y apartarnos de los vicios, logrando así consolidar nuestra superación personal.

El grado de aprendiz tiene por objeto sembrar la duda filosófica en el espíritu del Iniciado, acerca de todas las materias que no ha analizando por sí mismo; la diferencia que existe entre el bien y el mal, la virtud y el vicio, así como la necesidad de su constante depuración para que se esfuerce en salir de la esclavitud en que vive y reconquiste su propia dignidad, estudiando incesantemente lo relativo a sus responsabilidades con respecto a Dios, a sus semejantes y a sí mismo, impulsándolo además a desentrañar la verdad, libre de preocupaciones.

Debemos recordar que la base de la Masonería la constituye el Primer Grado, por lo que quién no esté debidamente preparado, instruido y capacitado para interpretar la magnitud de su contenido, carecerá siempre de los conocimientos y la solidez requerida, para entender los misterios que rodean a nuestra Orden.

El Aprendiz, si se ha mostrado dócil a los consejos, celoso en el trabajo y deseoso de instruirse, es guiado hacia el lugar que ocupan los compañeros, por la mano del maestro.

EL SEGUNDO GRADO SIMBÓLICO – EL COMPAÑERO MASÓN

Después de la etapa inicial de los estudios, se llega al siguiente grado donde se amplían los conocimientos, siempre con la tendencia de forjar al hombre virtuoso, alejado de las mezquindades humanas, interesado en incrementar los factores de unidad, dignidad y solidaridad humanas. Es una etapa de esfuerzo en la que se vencen los obstáculos y se estudia para superar el trabajo de la construcción del templo interior. El Compañero Masón es un constructor de habilidades, un forjador de voluntades, un estudioso de las causas de todas las cosas; se entrega al estudio de las ciencias para descubrir o verificar la verdad, pugnando por que la educación en general, tenga un profundo sentido de formación social y moral.

El segundo grado, comprende la etapa de correlación. El nombre mismo del grado sugiere compañerismo o correlación. En este grado de desarrollo se trasciende la conciencia individual separatista del primer grado y se desarrolla la conciencia grupal integrando la personalidad con la de los demás hermanos de logia y de otras logias, lo que equivale a una expansión de la conciencia.

Al hermano que tiene los merecimientos para ser admitido en la Segunda Cámara de una Logia, se le concede aumento de salario y así se le denomina también a la ceremonia de su recepción.

Los Instrumentos de Trabajo que maneja el Compañero para formar la Piedra Cúbica de Punta son las reglas de geometría y la escuadra. Esta última es el emblema de la igualdad que ha de reinar en todos los hombres. El cincel representa la constancia en la perfección. El compás es el símbolo de la regularidad de la conducta. La palanca es alegórica del poder de la razón para dominar las pasiones. El martillo es emblemático de la sumisión de la fuerza bruta a la inteligencia. Y la regla recuerda al Compañero que debe proceder de tal manera que sus acciones sean tomadas por norma general.

La Estrella Flamígera es de cinco puntas y tiene una “G” en el centro. Este astro místico de la razón ilumina al Compañero, ayudándole con su luz inextinguible a disipar las tinieblas de la ignorancia. También simboliza el conocimiento del hombre, hacía donde se dirigen los estudios en el Segundo Grado.

El Grado de Compañero simboliza el estudio del hombre y la manera de educarle para que conozca sus deberes y derechos, para que sepa emplear todos los recursos de que le dotó la naturaleza, ser libre de la esclavitud de los instintos y vivir por la inteligencia; de aquí el nombre de iniciación perfecta que le daban los antiguos iniciados. La finalidad de este grado es darle a conocer al Compañero, todas y cada una de las facultades que concedió al hombre el Gran Arquitecto del Universo y el modo de utilizarlas, desarrollarlas y perfeccionarlas, tanto física como intelectualmente. El compañero, pasa de la práctica a la teoría para dirigir y vigilar a los Aprendices y auxiliar a los Maestros, porque un Compañero hábil será sin duda alguna, un excelente Maestro Masón.

EL TERCER GRADO SIMBÓLICO – EL MAESTRO MASÓN

El tercer grado, el de maestro, corresponde a la etapa de la deducción o la síntesis y resume los grados anteriores. Está bajo la dirección del Venerable Maestro, que representa el Espíritu o Ser Supremo en nosotros. En esta etapa evolutiva uno se integra con el Todo y adquiere una conciencia universal, la cual está en correspondencia con el carácter universal de la masonería.

Este proceso de integración como se ve, conduce a esferas cada vez más amplias de luz y comprensión, acercando al hombre, gradualmente, a la liberación de las limitaciones que son propias de la oscuridad en que vive; liberación que, para el mundo material, equivale a la muerte, pero que, para el mundo interno del espíritu es la vida.

El Grado de Maestro exhibe a un hombre capacitado para hacer bien las cosas, para errar menos en su trabajo, por lo que deberá poseer un caudal cultural suficiente para enfrentarse a los problemas de la vida, con tanto interés por los propios como por los ajenos. La simbólica piedra bruta debe estar ya labrada con eficiencia y constancia, fundada en la calidad humana y en la filosofía del bien para todos.

La palabra Maestro que deviene del latín MAGISTER. Se conoce con este nombre al que enseña una ciencia, arte, oficio y especialmente las primeras letras; además, al que es perito en una materia. Se llama efectivamente Maestro a aquel que es Magis, o sea más sabio y justo. También es el título que se da al Tercer Grado en el simbolismo de casi todos los Ritos conocidos, en el que prepara al Masón con conocimientos especiales para entrar en la verdadera misión filosófica y progresiva de la Orden.

Los trabajos de la Cámara del Medio tienen por objeto demostrar al Maestro Masón, que la vida y la muerte como principio y fin de cuanto existe, son el producto de la generación. Que la inteligencia constituye y distingue al hombre y que para conservar su integridad, deberá resistir siempre, en cualquier circunstancia y con todas sus fuerzas, los ataques de los enemigos del progreso: la ignorancia, la hipocresía y la ambición.

La primera y más importante labor del Maestro es la de enseñar al ignorante, abatir al ambicioso y desenmascarar al hipócrita. De este trabajo depende la conservación de la Orden y la garantía del secreto en la sublime Cámara de Medio. El Maestro Masón debe ilustrar su entendimiento y dirigir sus pasiones hacia el bien general; vigilar las acciones y pensamientos propios, socorrer a sus hermanos y proporcionarles materiales para el trabajo, con el fin de perfeccionar el Templo del cual es a la vez arquitecto, material y obrero, porque “el Templo es el hombre, y trabajar en la perfección del mismo es trabajar en el mejoramiento de sus costumbres y en el perfeccionamiento de su ser”.

Por último, el Maestro Masón debe concurrir con su trabajo e instrucción al desarrollo de su Logia, y de la Institución en general, desempeñando con el mayor celo, lealtad y acierto los cargos para los que se haya elegido y los servicios que se le confieran. “No olvidando jamás que en la Cámara del medio, la plancha de trazar está dispuesta para toda clase de construcciones”.

CONCLUSIONES

Hemos visto, que la iniciación masónica conlleva tres fases sucesivas, tres grados, los cuales representan precisamente estas tres fases. Los tres grados simbólicos describen, en su conjunto, el ciclo completo de la iniciación. De hecho, sin embargo, siendo que la iniciación masónica es simbólica, los masones que ella forma no son más que el símbolo de los verdaderos masones, puesto que allí se indica simplemente el programa de las operaciones que aquéllos deberán realizar para alcanzar la iniciación efectiva.

Este proceso de evolución, lleva gradualmente al reconocimiento de la realidad de nuestra divinidad, y tiende a facilitar la manifestación del Dios inmanente en cada ser, acondicionando la personalidad, que es su instrumento de expresión. Las tres etapas de este proceso son similares a las que condujeron a la trinidad de manifestación del Ser Supremo; unidad, dualidad y nuevamente unidad, lo cual es otra expresión del proceso de la síntesis. Siendo todo un reflejo de la trinidad, que de alguna manera debe manifestarse en todo proceso que se lleva a cabo en el universo.

El método para llegar al objetivo de integración que marca cada grado, en lo que respecta al sistema masónico, representan las tres etapas de la evolución humana y constituye una característica de todos los tiempos para todos los hombres en todas partes. Se hallan confirmadas por los conocimientos esotéricos de todas las épocas. En la masonería estos tres grados son solo simbólicos. Hay muchos masones que ostentan el tercer grado, el de maestro y que apenas están en los primeros peldaños del grado de aprendiz en la escala evolutiva. Hay, así mismo, aprendices que, en realidad, son maestros. En el verdadero sentido de la palabra.

Bienaventurados los hombres de virtud y paciencia, que limitan su ambición a la practica de la moral. Gloria y prosperidad a los que, propagando esta moral conservadora de la especie humana, elevan su espíritu al Supremo Hacedor, implorando gracia para el hombre virtuoso y perdón para el delincuente arrepentido.

Es Cuanto.
Ernesto Márquez, M:.M:.
Valle de Caracas, 13 de febrero de 2006 (ev)

SÍMBOLOS Y SIMBOLISMO

A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.A mi Madre Resp.·.Log.·. “ILUSTRE AMERICANO Nº 150”V.·. M.·. Q.·. H.·. Prim.·. Vig.·. Q.·. H.·. Seg.·. Vig.·. y QQ.·. HH.·. TodosS.·. F.·. U.·.

El trabajo que presento y está a vuestra consideración, lo he titulado: "SÍMBOLOS Y SIMBOLISMO".
Los Símbolos revelan el curioso mecanismo del cielo y la tierra, explican los engranajes de la máquina humana, conducen al hombre hasta el átomo y las relaciones entre la naturaleza y el hombre, narran la evolución de las razas humanas que tocaron los límites de la ciencia y la civilización.
Los hechos cotidianos, no son tan anodinos como pueda parecernos a primera vista. Los símbolos han acompañado al Hombre desde el principio de los tiempos y le han ayudado a comunicarse con la Divinidad desde la mirada de todas las religiones.
La principal función de los símbolos es permitir el acceso a niveles de realidad inabordables de otra manera, y abrir el entendimiento humano a perspectivas insospechadas.
Es un hecho que la palabra símbolo es usada corrientemente en nuestro lenguaje, se dice que un triángulo, un circulo, una cruz, una estrella, algunas herramientas de construcción, la historia de un hombre bueno muerto por otros malvados, he aquí todo lo que es honrado con gran misterio por la inteligencia de los pueblos. En tanto los paisajes cambian de un lugar a otro, poco importa porque allí donde aparecen trazados cruces, estrellas, triángulos, cuentan la historia de un Dios bueno que vivió entre los hombres.
Para la mayoría, estos signos son caracteres sobre naturales. Su secreto complejo revela una historia divina, de un hombre bueno, un martirio, una gesta de un héroe, que la muchedumbre adora sin comprenderlos. Es la religión de los padres que murmura la multitud. Es el idéntico fervor que anima al árabe a postrarse ante el cubo de la Ka'aba, al Cristiano ante la Cruz, al Judío en el Muro de los Lamentos.
Los símbolos son tan antiguos como el hombre, fueron la expresión manifiesta de los primeros destellos de la inteligencia, que les permitió formular las ideas, que tomaron cuerpo en su mente ante el grandioso espectáculo de la naturaleza. Por medio de símbolos los Egipcios comunicaron el conocimiento de su filosofía esotérica. En general la primera enseñanza de la palabra, en todas las civilizaciones antiguas, Egipcias, Caldeas, Judías, consistía en símbolos.
En cuanto a aquellos que hacen profesión de Ciencia estos signos son símbolos con los que los hombres representaban sus actividades. Para el sacerdote, manifiesta la verdad revelada por Dios, son las letras sagradas de aquel gran libro que es el Cielo. Para los iniciados, estos símbolos constituyen la expresión sintética de una Ciencia Ancestral y maravillosa de la cual los hombres han perdido la memoria. Enseñan todo lo que ha sido, todo lo que es y todo lo que será, de una forma inmutable. En fin estos símbolos constituyen las gemas cristalizadas, de las obras del pasado, que dejaron las razas antes de morir, a fin de que puedan transmitir en el tiempo su alma intelectual.
Mackey, define EL SIMBOLO como un signo visible, con el cual está representado un sentimiento espiritual, emoción o idea. Lorenzo Frau lo define como una figura emblemática o imagen significativa. El credo o sumario que contienen los artículos de fe. Signo eterno y visible con el que se enlaza un sentimiento espiritual, una emoción o una idea.
La palabra francesa symbole viene de la palabra griega sumbolon que significa literalmente para comparar una cosa con otra. René Alleau en su obra la Naturaleza de los Símbolos, dice: El símbolo exprime, o más bien sugiere verdades irracionales, teniendo por consecuencia una parte de misterio, él escapa en gran parte al dominio de la razón, que no es en todo el espíritu y se emparienta aquel de sagrado, siendo en ciertos aspectos el lenguaje de los Dioses. El carácter objetivo de un símbolo que representa algo material a la vista y al tacto, como representación de una cosa mas profunda, era más comprensible para la mente humana de las primeras edades del mundo.
Una de las ideas del simbolismo es el de sugerir lo inexplicable, de hacerlo asentir, por las transposiciones que permite efectuar de uno a otro orden, de lo inferior a lo superior. Su modo gráfico de expresión, se basa en la relación de analogía entre la idea que se trata de expresar y la imagen gráfica por la cual se expresa.

LOS MISTERIOS ANTIGUOS Y EL SIMBOLISMO

En cuanto al termino Misterios, nadie puede dudar que fueron los símbolos el lenguaje universal de la Teología Antigua, pues los Instructores del Mundo a semejanza de la naturaleza dirigían la enseñanza por la vista. Los sabios antiguos Persas, Egipcios y Griegos, adoptaron la costumbre de rodear sus doctrinas de enigmas difíciles de interpretar, ilustrando a los hombres con símbolos y parábolas que estaban más a su alcance y conocimiento. Eran los Misterios una sucesión de símbolos y la parte oral de los mismos una explicación de su significado, en ellos se mezclaban comentarios sagrados, ideas sobre física y moral, teorías sobre la creación, alegorías sobre la naturaleza, las relaciones entre los planetas y los elementos y sobre todo las ideas recibidas acerca de las relaciones entre Dios y los hombres.
La palabra Misterio viene del griego musterion, que significa secreto algo que debe permanecer oculto, da la idea de silencio, otro termino que etimológicamente se aplica a todo lo relacionado con misterio es Místico, del griego mustikos que es un adjetivo de mustes o iniciado, por lo que musticos es iniciático, y se relaciona con la iniciación y su doctrina. En el sentido mas exterior, el misterio es de lo que no se debe hablar, aquello que está prohibido hacer conocer afuera, un segundo sentido mas interior, designa lo que se recibe en silencio, eso sobre lo cual no se debe discutir, porque son verdades que por su naturaleza supranatural y supraracional, están sobre toda discusión.
Finalmente hay un tercer sentido mucho más profundo, en el cual el misterio es propiamente inexpresable, que no se puede mas que contemplar en silencio, y por tal razón es incomunicable. Existe una alianza entre los sistemas filosóficos y simbólicos que se evidencia en monumentos de todas las edades, y en los escritos simbólicos de los Padres de las Naciones y que luego pasaron a formar parte de los rituales de las Sociedades Secretas y Místicas. Fue de esta forma como los Patriarcas se expresaron mediante una serie constante de principios invariables y uniformes que forman un conjunto armonioso y perfecto que a su vez definen una ceremonia de naturaleza religiosa y secreta, que necesita una preparación o una iniciación por parte del interesado que desea comprenderlos.
Existen así PEQUEÑOS Y GRANDES MISTERIOS, siendo los primeros lo mas a menudo de naturaleza simbólica y de uso común, comprenden todo lo que se relaciona con el desarrollo de las posibilidades del estado humano y culminan con lo que se ha denominado la restauración del Estado Primordial, y estos no son mas que una preparación para los Grandes Misterios, estos conciernen a la realización de los estados suprahumanos, tomando al ser en el estado que lo han dejado los Pequeños Misterios y conduciéndolo a través de estados de orden espiritual hasta llegar a la Identidad Suprema, los Grandes Misterios tienen por dominio el conocimiento metafísico, son los más elevados y acercan al iniciado a las verdades ocultas de la divinidad. Para caracterizar estos dos términos, se puede aplicar un simbolismo geométrico, en la primera se puede hablar de una realización horizontal, representada simbólicamente y correspondiente al dominio humano, esta sirve de base a la segunda, la realización vertical descrita como una ascensión a los cielos, es una realización suprahumana que se identifica con los estados superiores.
Todos los filósofos que han ilustrado la antigüedad, fueron discípulos de la iniciación, siendo el progreso y la fundación de los misterios en aquellos tiempos los que permitieron a los hombres liberarse del caos de las supersticiones. Solo los Misterios pudieron liberar al hombre de la barbarie. De ellos se derivan su doctrina Confucio, Zoroastro y Hermes.
Tales eran las características de los Misterios Antiguos que fragmentos de ellos han llegado a la moderna Francmasonería. Estas influencias las encontramos en los diferentes Ritos de la Orden. Los más importantes fueron los de Osiris en Egipto, los de Mithra en Persia, los de Adonis en Siria, los de Dionisio y Eleusis en Grecia, los Druidicos entre los Celtas. En todos los misterios se encuentra un factor común indicando un mismo origen, las ceremonias de iniciación eran todas de carácter fúnebre, eran del tipo de una muerte y resurrección místicas que aludían a un personaje heroico o de un semidiós. En todos se instruía en la subordinación de los grados y el candidato se sujetaba a pruebas, físicas y de conocimientos, las pruebas se celebraban en la oscuridad de la noche, el aspirante debía ser probado y enteramente purificado para poder alcanzar la sabiduría y la luz. El carácter esotérico de los misterios quedaba preservado por medio de los mandatos y juramentos de discreción, y cuya violación era castigada con la muerte. En la fábula de Osiris, Isis encontró sobre la tumba del cuerpo de su esposo Osiris, un árbol frondoso de Acacia, este concepto fue tomado por los Judíos pues José y Moisés fueron iniciados egipcios, y lo transformaron en la leyenda de Hiran, de allí el simbolismo de la muerte y resurrección del iniciado, el simbolismo de la rama de acacia, de la transmutación del compañero cuando es simbólicamente asesinado y resucita posteriormente. En los misterios de Mithra Zoroastro recluía a los iniciados en lúgubres cavernas, ceremonia que fue adoptada por casi todos los Misterios y paso la francmasonería en la forma del Cuarto de Reflexiones. La iniciación Eleusiana exigía al aspirante permanecer estacionario por diferentes intervalos de tiempo, de allí las edades de la masonería. En los misterios de la India el candidato hacía tres viajes, describiendo un circulo que se detenía en el sur, la masonería simbólica ha conservado estos viajes. Los Essenios exigían a los aspirantes a ingresar en la Orden a desprenderse de todas sus riquezas.
Considero que a los fines y metas de nuestro Rito, los símbolos son de gran trascendencia para el conocimiento Masónico, debiendo de trabajar en sus internados misterios, en búsqueda de la Luz en cada uno de nosotros y posteriormente en los que nos rodean, proclamando la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
Quiero terminar este trabajo proclamando que " Cualquier día es bueno para arreglar las cosas, incluso nuestra vida ". Mirad cuan bueno y cuan delicioso es, habitar los hermanos juntos en armonía...
Es cuanto, V.·. M.·. Q.·. H.·. Prim.·. Vig.·. Q.·. H.·. Seg.·. Vig.·. y QQ.·. HH.·. Todos
Or.·. de Antimano, 24 de Marzo de 2003 (e.·.v.·.)

Fraternalmente
A.·. M.·. ERNESTO MÁRQUEZ MARÍN.