lunes, 15 de marzo de 2010

La Iniciación vista como Evento Cósmico

Luego de haber pasado por la Cámara de Reflexión, el aspirante a Iniciado se enfrenta por primera vez al simbolismo de la muerte, de la tumba, y la posibilidad latente de convertirse en un nuevo ser iluminado, o seguir eligiendo la oscuridad, las sombras.

Es el momento de tomar conciencia del mito de la caverna de Platón, y desde la oscuridad poder elegir si creer que las sombras conocidas son la verdad, o la luz desconocida, temida, recelada que hasta ese día se encuentra afuera; puede estar mostrando otra verdad. Una verdad distinta, profunda, perenne, amplia, inquietante, solo alcanzada por la imaginación limitada, que tienen los que viven dentro de la caverna.

En los Templos de Misterios del Antiguo Egipto, en un Rito llamado La Puerta de la Muerte, el candidato era atado a una cruz de madera y llevado a una cripta subterránea, en la que permanecía en trance durante tres días y medio. Durante ese intervalo, mientras su cuerpo físico permanecía inerte, el Ser espiritual encerrado en sus vehículos sutiles viajaba concientemente en el Mundo del Deseo o Mundo Astral, guiado por los hierofantes que lo tenían a su cargo.

Al principio el neófito se asustaba de los elementos, pero el Iniciador estaba presente para darle seguridad y ayuda.
Al surgir el cuarto día, se lo llevaba a una plataforma principal, donde los primeros rayos del Sol naciente lo despertaban de su sueño. Cuando se despertaba, se le daba “la Palabra” y se lo llamaba el “Primer Nacido”.

Una parte de este Rito se transmite en cada grado de Iniciación en la Masonería, y en el Tercer Grado se simboliza con la muerte y la resurrección de Hiram Abiff, el “Hijo de la Viuda”, el Gran Arquitecto del templo de Salomón y héroe de la leyenda masónica.

Uno de los mas destacados escritores de la masonería, el francés Jean Marie Ragón, nos dice que la leyenda de Hiram es una alegoría astronómica que representa al Sol desde el Solsticio de verano en adelante.
Dice Ragón: “Durante el verano el Sol hace emitir cantos de gratitud a todo lo que respira, y de ahí que Hiram que lo representa pueda dar la Palabra, es decir el verbo, la vida de todo. Entonces el Sol entra en los signos australes al decaer el equinoccio, la Naturaleza enmudece, e Hiram, el Sol, ya no puede dar mas la Palabra sagrada.
Allí se encuentra con los tres asesinos: los signos Zodiacales, Libra, Escorpio y Sagitario, por los que pasa el Sol en Octubre, Noviembre y Diciembre.
El primero lo golpea con la regla de 24 pulgadas que simboliza las 24 horas que tarda la Tierra en girar sobre su eje.
El segundo lo golpea con la escuadra de hierro, que simboliza las cuatro estaciones, y por último el golpe mortal lo da el tercer asesino con un mallete, el que siendo redondo, significa que el Sol ha completado su círculo y muere para dar lugar al Sol del año nuevo.
Los iniciados de los Templos de Egipto se llamaban “phree messen” que significa “hijos de la luz”, porque habían recibido la luz del conocimiento y esas palabras se transformaron luego en “Free-Mason” o “Franc Masón”.

Llegado a este punto, es bueno recordar que estas mitologías son originarias todas del hemisferio Norte, por ello la situación del Sol en los Signos Zodiacales que describe Jean Marie Ragón, es absolutamente opuesta en el hemisferio Sur, y donde se vive la muerte del Sol en el Norte, en los territorios australes se vive el renacimiento del Astro Rey.

En la Religión Judaica oímos hablar de un Dios que hizo ciertas promesas a un hombre llamado Abraham. Le prometió que haría la semilla de Abraham tan numerosa como las arenas del mar; y se nos dice como trató a Jacob, el nieto de Abraham.
Jacob estaba casado con 4 esposas, con las cuales tuvo 12 hijos y una hija.
A estos se los considera como los padres de la nación Judía.

Esa es también una alegoría astronómica referente a las migraciones de los cuerpos celestes, como se comprueba leyendo cuidadosamente el capítulo 49 del Génesis y el capítulo 33 del Deuteronomio, en los que las bendiciones de Jacob a sus hijos muestran que estos estaban identificados con los 12 signos del Zodíaco; Simón y Leví representaban al signo de Géminis, los gemelos, y el signo femenino Virgo, lo atribuía Jacob a su única hija Dinah.
Las cuatro esposas son las cuatro fases de la Luna y Jacob es el Sol.

Esto es análogo a las enseñanzas que encontramos entre los griegos, en los que Gaia, la Tierra, es la esposa de Apolo, el Sol.
Y entre los egipcios, en los que el Sol y la Luna estaban personificados por Osiris e Isis.
Flavio Josefo nos dice que los judíos llevaban los 12 signos del Zodíaco en sus banderas y que acampaban en torno del Tabernáculo, que tenía el candelero de siete brazos que representaba al Sol y a los cuerpos celestes, que giran dentro del círculo formado por los 12 signos del Zodíaco.

Los judíos situaban sus templos de tal forma que los lados apuntaran directamente al Norte, Este, Sur y Oeste, y al igual que todos los demás templos solares, la entrada principal estaba al Este, de manera que el Sol naciente iluminara su portal y fuera así el Heraldo de cada día anunciando la victoria de la Luz sobre las Tinieblas.
Un Heraldo que trae a la Humanidad naciente el mensaje de que la Luz y la Oscuridad antagónicas en el plano material, no son mas que la contraparte de un antagonismo similar en los mundos mental y moral, en los que el alma humana se abre paso y camino hacia la luz.

Cabe destacar aquí que hasta la misma Catedral de San Pedro en Roma, está construída mirando al Este, como todos los demás Templos Solares, hablando a la Humanidad de “la Gran luz del Mundo” que viene a disipar las tinieblas espirituales que aún nos rodean.
Volviendo ahora a los judíos, éstos saludaban al Sol con el sacrificio matinal y de la misma forma se despedían al ponerse el Sol, ofreciendo en su Sabbath un sacrificio adicional.
También lo adoraban con sacrificios en cada Luna nueva.

Sus dos grandes fiestas se celebraban en la Pascua Florida, ya que en la Pascua Israelita el Sol pasa por su Nodo Oriental, dejando el hemisferio Austral donde invernaba y comenzando su jornada hacia el Norte en su carro de fuego.
Victoreado con alegría por el hombre, como el Salvador que lo libraría del hambre y del frío, que inevitablemente se producirían si permaneciera siempre en su declinación austral.
La última fiesta de los judíos y la mas importante, es la Fiesta de los Tabernáculos, cuando el Sol cruza su Nodo occidental, en el Otoño, después de haber dado al hombre el “pan de la vida” con el que podía sustentar su ser material hasta la próxima vuelta del Sol a los cielos boreales.

Por las razones mencionadas, los seis signos que el Sol ocupa en el Invierno del hemisferio norte eran llamados siempre “el Egipto” o la “Tierra de los Filisteos”, un nombre que significaba algo malo para el “pueblo de Dios”.
Por otro lado cuando el Sol está en las estaciones fructíferas, en los seis signos zodiacales asociados a lo positivo, se decía estar en la “tierra prometida”, la que destila “leche y miel”.
Vemos ésto en pasajes tales como el que hay en la celebración de la Pascua de los israelitas, de la cual se dice es “para recordar la salida de Egipto”.
Esta fiesta no es mas que un regocijo por la vuelta del Sol de los signos australes, aludida también en el hecho de que Jacob estaba con su hijo José en Egipto, cuando murió.

En el Solsticio de Invierno (recordemos que hablamos del Hemisferio Norte), cuando el Sol del pasado año ha completado su jornada y alcanza el grado máximo de declinación austral se encuentra en el Signo Zodiacal de Sagitario.
Con referencia al Génesis 49:24 cuando Jacob agonizante habla del Arco de José, es fácil identificarlo con el Signo de Sagitario que está representado por un centauro al momento de lanzar una flecha, de suerte que la historia de Jacob muriendo en Egipto con José, se efectúa cada año cuando el Sol muere en el signo de Sagitario en el Solsticio de Invierno.

La historia de Sansón es otro aspecto del mismo mito solar, que tiene correlato directo con la Iniciación, con la muerte de Hiram Abiff y con otros héroes solares de las distintas culturas y Escuelas de Misterios.
Mientras el cabello de Sansón era largo y seguía creciendo, su fuerza aumentaba; Sansón es el Sol y sus cabellos son sus rayos.
Desde el Solsticio de Invierno Boreal, que se produce en Diciembre, hasta el Solsticio de Verano en Junio, los rayos solares caen cada vez mas perpendiculares a la Tierra y van creciendo y ganando fuerza cada día.
Esto aterroriza a los “poderes de las tinieblas”, los Filisteos, los meses Invernales, porque si ese dador de Luz continuara reinando, el dominio Filisteo desaparecería.
Entonces es que se complotan contra Sansón para descubrir en que consiste la clave de su fuerza. Se aseguran la cooperación de la mujer Dalilah que es el Signo de Virgo, y cuando Sansón el Sol, pasa a través de este signo en Septiembre se dice que dejó su cabeza en el seno de la mujer y le confió su secreto.
Entonces ella le corta los cabellos, porque es entonces cuando los rayos del Sol se debilitan. Allí vienen los Filisteos o meses invernales y se llevan al debilitado gigante a su prisión, que son los meses invernales en los cuales el Astro rey se mantiene en el Sur.
Una vez en prisión le sacan los ojos, o sea que le quitan la luz y lo llevan a su templo para someterlo a humillaciones e indignidades, creyendo haber vencido completamente al representante de la Luz.

Pero cuando sus fuerzas comenzaron a restablecerse, el Gigante Solar derrumba el templo de la Oscuridad y muere en el esfuerzo, sobreponiéndose a sus enemigos y dejando lugar al nuevo Sol que nacerá para salvar a la Humanidad del frío y el hambre.

La vida de todos los Salvadores míticos están fundadas sobre el pasaje del sol en torno del círculo Zodiacal, que describe las ordalías y los triunfos del Iniciado.
El hombre Sol que se reconoce como tal, muere para renacer, se hunde en la Oscuridad y renace con la Luz.

Los Salvadores han nacido todos de una virgen inmaculada, cuando la oscuridad era mayor entre la humanidad, así como el Sol de cada año nace, o comienza su jornada en la noche mas larga del año (entre el 21 y el 24 de Diciembre para el hemisferio Norte)

El cruce del Ecuador celeste, el momento en que el Sol ya salió de las tierras boreales y comenzó a transitar las australes, se produce bajo el signo de Virgo, la virgen que tres meses después dará a Luz un Salvador. Hablamos del mes de Septiembre.
Y la virgen permanece tan inmaculada como siempre, después de haber parido a su Hijo-Sol en Diciembre; de ahí que veamos a la diosa egipcia Isis sentada en una Luna creciente, nutriendo a su divino hijo Horus; a Astarté, la inmaculada Señora de Babilonia con su hijo Tammus y una corona de siete estrellas sobre su cabeza. La Mater Matuta en Roma, el Venerable Buda naciendo de la virgen Maya y Devaki en la India con su hijo Krishna.
También la misma Virgen María que dio a luz a Jesús bajo la estrella de Belén.
En todas partes se repite la misma historia: la madre inmaculada, el Hijo Divino y el Sol, la Luna y las estrellas.

La misma historia de nacimiento, que luego de una muerte terminará en resurrección como un Hijo de la Luz.
Según el Mito Solar, el bautismo del agua se produce cuando el Sol pasa por el signo de Acuario, el aguador, y cuando pasa por el signo de Piscis, en marzo, tenemos lo que en los antiguos Templos de Misterios se llamaba el “ayuno del Iniciado”.
En Piscis, el signo de los peces, que es el último de los signos australes, todos los almacenes del hemisferio Norte, otrora llenados por los dones del Sol del año anterior, están casi agotados y el alimento del hombre escasea.
El alimento de pescado de la cuaresma que tiene lugar en ese tiempo, es un vestigio que corrobora el origen solar de esos días de ayuno.
Veamos ahora entonces, el significado cósmico de la Crucifixión.
Cuando en el Equinoccio, el Sol “cruza el ecuador”; cuando el Astro mayor cruza por la intersección entre su órbita aparente y la línea del Ecuador celeste, es ese el preciso momento en que en Marzo, tiene lugar la crucifixión.

El Dios Solar comienza a dar su sangre y su vida como alimento a sus adoradores, madurando el trigo y las uvas, de lo que se hará luego el pan y el vino.
El Sol alcanza su máximo punto de declinación boreal en el Solsticio de Verano (entre el 21 y el 24 de Junio), y se sienta en el trono de su Padre, que es el Sol del año anterior.
Pero no puede quedarse allí mas de tres días, y entonces retorna hacia abajo, en dirección hacia el nodo occidental.

Cuando el Sol abandona su trono en el solsticio de Verano, los Masones trazamos una estrella de fuego y le ofrendamos los frutos de la tierra, en un saludo de despedida y a la vez en un intento simbólico de atar al Sol, de retenerlo con nosotros.
Cuando ese Solsticio se produce en el Hemisferio Norte, el Sol abandona su trono y pasa hacia el nodo occidental, para entrar en el Signo de Virgo a finales de Agosto.
Entonces y gracias a las directivas del Emperador Constantino, que unió el Culto al Sol Invictus, con el floreciente Cristianismo de su época, la feligresía Católica festeja la Asunción (en Agosto).

Un mes mas tarde al dejar el Sol el Signo de la Virgen, tiene lugar la Natividad de la Virgen (en Septiembre), cuando la Virgen nacería del Padre Cósmico Sol.

El Iniciado como hombre común o Profano, llevó a cabo siempre las mismas cosas, y cumplió siempre los mismos ciclos. Simplemente cuando sus ojos fueron abiertos y la venda le fue quitada, empezó a tomar conciencia del Funcionamiento Cósmico de este Universo Solar, y dio su primer paso para llegar a identificarse con el Sol exterior.

El momento en que el Iniciado comprenda, no solo con el intelecto que hace lugar a la teoría, sino con el conocimiento directo, que hace lugar a la experiencia, entonces verá nacer o renacer el Sol Interior.

El Aprendiz Masón solo trabaja de mediodía pleno a medianoche plena.
Las horas de luz le son nuevas y aún puede encandilarse por no tener habituados sus ojos a la luz del Sol.
Pero está transitando ya su nuevo camino, y está viendo la realidad por primera vez cara a cara, y no las sombras que veía antes dentro de su caverna de oscuridad e ignorancia.

Llegará el momento en que el Aprendiz volverá a la oscuridad, pero esta vez ya teniendo la experiencia de cómo se ven y se comportan las cosas en el campo de la Luz.
Será entonces el momento en que vuelva a reproducir el Suceso Cósmico de la muerte del Sol en su propio Sol Interior, para renacer ya como un Iluminador, como un dador de Luz.
Será ese el momento en que el estudiante, se convierta en Maestro y haya renacido como un nuevo Sol.

Cada Iniciación en cada Escuela de Misterios, repitió siempre en forma simbólica el Ciclo de la vida y la muerte del dador de la Luz y en consecuencia del mundo conocido.
Semejante y descomunal evento cósmico, tiene su correlato inconsciente en todas las personas, ya que como enseña la Ley de analogía, “Como es Arriba, es Abajo”, pero solo los Iniciados tienen conciencia de la Tremenda Influencia Estelar que se produce permanentemente en nuestras vidas.

Nos corresponde a los auténticos Masones, a los Hijos de la Viuda, a los Discípulos de Hiram, descendiente de Tubal Caín y de Caín mismo y de Samael, ser los paladines de la propagación de la Luz, cada uno de nosotros de acuerdo a nuestro conocimiento, y a nuestros grados y calidades.
Solo habría que decir... miremos, observemos, regresemos a la cámara de reflexiones y meditemos sobre los sucesos cósmicos aquí relatados, para hacer crecer el Sol Interior y poder convertirnos en dadores de la Luz, asumiéndonos como los “Phree messen” del Antiguo Egipto, como auténticos Hijos de la Luz que hacen Honor a su Progenitor.

Rito de Memphis Misraim en Argentina

El Rito de Memphis Misraim, llamado también Rito de Memphis y Mizraím, o Rito Egipcio o Judaico, pasó en la República Argentina por dos momentos históricos muy bien diferenciados y separados en el tiempo por unos cuarenta años de silencio.
Las distintas rupturas y secesiones que sufrió la Francmasonería a través de su historia en el mundo, afectaron directamente a las Obediencias desarrolladas en Territorio Argentino.
En el caso de los Ritos de Memphis, de Mizraím y de Memphis Misraim, esas rupturas provocaron que en la actualidad no pueda tenerse un listado oficial y fidedigno de quienes fueron los líderes mundiales del movimiento, en las distintas etapas de su evolución histórica.
Uno de los Grandes Hierofantes Mundiales y suprema autoridad del rito, Guerino Troilo, fue de nacionalidad argentina. Sin embargo no todas las líneas de Memphis Misraim en este país, le reconocen tan alto grado obtenido y reconocido en forma ecuménica.


El primer momento histórico

Algunas teorías sostienen que este rito habría comenzado a practicarse en Argentina en el Siglo XIX, en la época en que su supuesto fundador, el italiano Giuseppe Garibaldi, luchó en América del Sur.
Se sostiene además que Justo José de Urquiza fue uno de los primeros masones memphitas de Argentina, antes de ser afiliado al Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Lamentablemente sobre estas teorías no existen precisiones documentales, aunque es bueno considerarlas a título enunciativo.
Ya entrado el siglo XX, el abogado e investigador Guerino Troilo consiguió una Carta Patente para trabajar en forma regular en Argentina. Dicha carta fue otorgada en 1905 por el Gran Consejo General del Rito de Memphis Misraim, establecido por aquel entonces en Nápoles.
Desde ese momento, el centro de las actividades del rito quedó establecido en Rosario, Provincia de Santa Fe, bajo el nombre de Gran Consejo General y Gran Oriente del Antiguo y Primitivo Rito Oriental de Memphis Misraim.

En el año 1929 la Masonería Simbólica de Memphis Misraim edita en sus propias imprentas los rituales de primero y segundo grados, a la vez que se levantan columnas de la Gran Logia Simbólica de la Provincia de Santa Fe. Para ese momento, Guerino Troilo ya ostentaba el grado 97º y se perfilaba como el sucesor del gran hierofante mundial Armando Rombauts, de Bélgica.
En 1934, el mismo Rombauts lo promueve a Grado 98º, declarándolo su sucesor natural, y exaltándolo a Gran Hierofante Mundial y Suprema Autoridad de la Orden del Rito de Memphis Misraim.
Debido a la convulsionada situación de Europa, en lo que serían los albores de la Segunda Guerra Mundial y a los problemas de salud de Rombauts, este nombramiento se iba a hacer efectivo recién en 1936.
El gran hierofante mundial Guerino Troilo asume la presidencia absoluta del Rito, en representación de su país y de la Federación Universal de Ordenes y Sociedades Iniciáticas (FUDOSI), por un período que iba a extenderse por diez años, hasta 1946; pero Troilo fallece en octubre de 1940, y la dificultad de las comunicaciones internacionales en plena Guerra Mundial hace que lentamente sus sucesores argentinos, pierdan contacto con Europa, y la Orden se debilite.

La Orden se silencia

Al momento de la muerte de Guerino Troilo, en Argentina funcionaban once logias que dependían de la Gran Logia Provincial de Santa Fe. No se practicaba la masonería mixta y dos de dichas logias se manejaban con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Bajo el rito de adopción funcionaba la Logia Hijas de la Unión, siendo su primera Venerable Maestra Catalina Ramis.
Acaecida la muerte de Troilo, se intentaron estrechar vínculos con el Gran Oriente Federal Argentino, pero según las propias publicaciones de la Orden en la Revista El Nivel, los herederos del rito se sintieron acéfalos, al faltarles el líder, y al perder la posibilidad de contacto con los hermanos de Italia y Francia, los grupos se debilitaron y fueron lentamente desapareciendo.
La Gran Logia Provincial de Santa Fe realizó su última Tenida el 2 de agosto de 1944, teniendo el carácter de extraordinaria, y declarándose “en sueños” al rito todo de Memphis Misraim en la República Argentina.
Gran parte de los documentos y la biblioteca fué donada a la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, y otros documentos quedaron en manos de Guerino Troilo Ordoñez, nieto del Gran Hierofante.
Ese fue el final del primer momento histórico del Rito.

El segundo momento histórico

Durante la época del llamado Proceso de Reorganización Nacional, el temor a la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, hizo que la Francmasonería pasara por un momento de múltiples deserciones y alejamiento de sus miembros.
La provincia de Córdoba no fue ajena a esta situación. En 1983 quedaban pocos miembros trabajando en Masonería, y esto hizo que algunos hermanos se decidieran por primera vez a iniciar miembros femeninos en sus logias. Las primeras iniciaciones se producen en 1983, en la sede de la Masonería del Rito Escocés, sita en Igualdad 80 de Córdoba Capital.

En esa misma época pero en Buenos Aires, dos miembros del Rito Escocés llamados Carlos Raitzin y Jorge Ferro, se separan del mismo y establecen contactos con el Soberano Santuario de Chile del Rito de Memphis. Sus inquietudes llegan a buen puerto en 1986, cuando Raitzin y Ferro obtienen una Carta Patente para trabajar en Argentina, de manos del Gran Conservador General para Chile y Latinoamérica, Neftalí Molina Riquelme.

En 1987 se produce un primer cisma y Jorge Francisco Ferro se aleja de la Orden de Memphis para pasar a adherir a la Orden Martinista. Actualmente este investigador del Conicet, es la cabeza visible del movimiento llamado Orden Real de Heredom de Kilwinning.

Mientras en Buenos Aires ya se había producido el primer cisma, en la ciudad de Córdoba se trabajaba de la mano de Enrique Morra, en lo que fue la primera logia del Rito en su segundo período histórico. La logia Fuerza y Armonía Nº 1.
Promediando la década de 1990, algunos hermanos habían tomado contacto con Carmen Daester, una hermana de nacionalidad suiza por entonces residente en Tucumán, a quien se le otorgaron altos grados con la finalidad de que les tramitara una Patente masónica en Francia.

Carmen Daester volvió de Europa con una Carta Patente, que la convirtió en la suprema autoridad de la Gran Logia femenina de Memphis Misraim en Argentina, cargo que ocupa hasta el presente. Pero ocurrió que los rituales de Daester eran solamente femeninos, y los hermanos de Córdoba se inclinaban a trabajar en una masonería mixta.

Debido a que los grupos de Córdoba persistían en el trabajo mixto a pesar de no tener autorización para ello, todas las autoridades fueron primero amonestadas y finalmente expulsadas de la Orden.

Al poco tiempo, esas autoridades expulsadas pero que seguían reuniéndose en privado, haciendo caso omiso de su carácter de miembros expulsados de la Orden, redactaron a la vez actas de expulsión y procedieron ellos a irradiar a Daester y las Hermanas que permanecían fieles a la Gran Logia femenina.

Luego de estos sucesos, los grupos de Córdoba continuaron buscando apoyo internacional e hicieron pactos de amistad con el Gran Oriente Latinoamericano (GOLA), mientras al mismo tiempo se mantenía un fluido contacto con Carlos Raitzin en Buenos Aires.

Ya en el año 1997, se produce un segundo cisma y esta vez es Raitzin el que se aleja de la Orden.
Los hermanos de Buenos Aires con el Rito de Memphis y los hermanos de Córdoba que trabajaban en forma salvaje, seguían buscando la conexión internacional que los reconociera como una masonería regular.

Pocos meses después de la salida de Carlos Raitzin, en el mismo año 1997 y con la iniciativa de Efraín Oscar Schmied, se levantan columnas de la Logia Ptah en la ciudad de Buenos Aires, quedando así Memphis y Memphis-Misraim con dos cabezas importantes en Argentina. Schmied había trabajado en la primera etapa del Rito, al lado de Guerino Troilo.
En Julio de 1998, una comitiva mixta de siete masones de Córdoba son recibidos en Porto Alegre (Brasil), por una Organización llamada Memphis Misraim Coordinación Internacional, que adopta bajo su tutela a ese Movimiento de Argentina.

El segundo nacimiento

La comitiva argentina que viajó a Brasil, era portadora de una Carta Patente aparentemente firmada por Efraín Oscar Schmied, declarando a Enrique Morra el sucesor natural de Guerino Troilo en Argentina.
Sin embargo Schmied nunca firmó ni tuvo conocimiento de la mencionada autorización, ya que la Patente era apócrifa y los sellos y adhesivos que ostentaba al pié, eran algunos de los muchos que en su poder tenía Morra, que le habían sido obsequiados como recuerdo por Guerino Troilo Ordoñez (descendiente del Gran Hierofante).

Aún así, y transcurrido un tiempo de observación y seguimiento por parte del Soberano Santuario de esta Organización llamada Coordinación Internacional, en enero del año 2000 una nueva comitiva se presenta ante las autoridades brasileñas, y en ese momento son ascendidos los grados de quienes formarían el Soberano Santuario Nacional de Argentina.

A partir de entonces, se considera constituido en Argentina el Rito de Memphis Misraim mixto, ya que anteriormente existía una Gran Logia exclusivamente femenina. A cargo de la presidencia del Soberano Santuario Nacional de Memphis Misraim Coordinación Internacional quedó Enrique Morra, quien había sido uno de los promotores del movimiento.

Por razones de índole personal, y en respuesta a confabulaciones e intrigas internas dentro de las Logias, en el año 2005 presenta Morra su renuncia a la Obediencia. Algún tiempo después pasa a trabajar en el Gran Oriente de la Francmasonería Universal (GOFMU), volviendo a sus fuentes del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
En el cargo fue instituido entonces quien hasta ese momento era el vicepresidente, Aldo Guastella, el cual a partir de 2005 permanece como líder de esa rama de Memphis Misraim en la República Argentina, presidiendo desde Córdoba el Soberano Santuario, mientras que la Gran Logia simbólica funciona en Buenos Aires.

Con respecto a la Carta patente obtenida por Carmen Daester en Francia, a partir del 24 de septiembre de 1996 está autorizada a funcionar en Argentina la Gran Logia Femenina de Memphis Misraim, proclamada directamente por el Soberano Santuario Internacional Femenino con asiento en París. La sede principal de esta Obediencia funciona en Tucumán y suscribe a la Confederación Interamericana de Masonería simbólica (CIMAS).

La Gran Logia Femenina de Argentina, no reconoce lo grados de Memphis-Misraim Coordinación Internacional, y sostiene que los grados de las autoridades superiores de Brasil, son apócrifos e irregulares. Similar sería entonces la situación de las altas autoridades de Córdoba, que ya habían sido expulsados de la Masonería por la Gran Maestre nacional Carmen Daester en 1997.

Además de la Masonería mixta de "Coordinación Internacional" y la Masonería femenina cuya Gran Logia tiene sede en Tucumán, desde el año 2003 funciona en Argentina una Masonería Egipcia del Antiguo y primitivo Rito de Memphis-Misraïm (M.E.A.P.R.M.M.) cuya autoridad máxima nacional es detentada por Eduardo Mestre y Claudio Martínez. Esta organización ligada a Gabriel Lopez de Rojas, manifiesta públicamente que sus máximas autoridades a nivel mundial son Frank G. Ripel y Licio Gelli.

Funciona también en el país, una filial de la Orden Masónica Internacional del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Misraïm, cuyo Gran Oriente internacional se encuentra en Bélgica, y existe además una Logia madre llamada "Los Discípulos de Pitágoras", con sede en Buenos Aires, y de la cual dependen un Gran Consistorio, un Senado, un Capítulo y una Logia de Perfección.
"Los Discípulos de Pitágoras" es una logia que fué fundada entre otros por Frater Fiducius, un investigador argentino del Rito de Memphis Misraim, que con anterioridad había militado en Memphis-Misraim Coordinación Internacional.
Este último grupo está afiliado al Soberano Santuario latinoamericano de los Ritos Egipcios de Menfis Misraim con sede en Santiago de Chile.

La cuestión de los Grados

Cuando en 1934, Guerino Troilo es nombrado Gran Hierofante Mundial, su predecesor Armando Rombauts le otorga el grado 98°. Pero ocurre que Rombauts ostentaba el grado 99°, al que había sido exaltado por Harvey Spencer Lewis, fundador de AMORC.
Este grado máximo quedó vacante por siempre, por lo menos dentro de las organizaciones que dependían del Gran Consejo General del Rito de Memphis Misraim.

En el segundo momento histórico que vivió el rito en Argentina, la rama mixta pasó a depender de Memphis Misraim Coordinación Internacional, en donde su máxima autoridad mundial desde el año 2004, Alain Dumaine, ostenta el grado 96° y es el único a nivel ecuménico en poseerlo.
La razón de las diferencias en cuanto a la cantidad de grados máximos a que se puede aspirar dentro de estas organizaciones, la encontramos en la historia reciente de Memphis Misraim en el mundo, lo que a la vez nos explica también la razón de tal profusión de grados masónicos.

Según dice la página web de Memphis Misraim Coordinación Internacional, el General Giuseppe Garibaldi habría preparado en 1881 la fusión de los ritos de Misraim y de Memphis, pero esta fusión se haría efectiva recién en 1889. O sea que Garibaldi nunca vio unidos los dos ritos ya que murió en 1882.
Recién entre 1910 y 1920 se comenzó a trabajar con ambos ritos fusionados y es entonces que debemos remitirnos a la cantidad de grados masónicos originales, de cada uno de ellos.

El Rito de Memphis, creado por Samuel Honis y Marconis de Negre entre las postrimerías del Siglo XVIII y los albores del Siglo XIX, comenzó con 90 Grados (3 veces 3 es igual a 9, mas el cero que es lo incognoscible), para luego ascender a 92 Grados, 95 Grados y llegar a 96 Grados al finalizar el siglo XIX.
En 1910 John Yarker se proclama a sí mismo como Gran Hierofante Mundial, creando el grado 97°, como grado supremo y unipersonal.

El Rito de Misraim, creado - según algunos, recuperado - por Marc Bedarride con algunas influencias de Cagliostro, en una clara alusión al ángulo recto de la escuadra siempre tuvo 90 Grados.
Cuando en 1924 Jean Bricaud es elegido Gran Hierofante Mundial, recién entonces los ritos fusionados de Memphis y de Misraim se empiezan a trabajar como un rito unificado en forma oficial. Esta fusión oficial nace con un rito de 96 grados masónicos.

En 1934, Guerino Troilo promueve la realización en Bélgica del Primer Congreso Internacional Masónico de Memphis y Misraim, creándose allí los grados siguientes hasta el 99°.
Al presente existen Obediencias que hoy continúan con 96° y otras llevaron sus grados hasta el 99°.
Por otro lado, a partir de 1999, el Gran Oriente de Francia (GODF) integró al Rito de Memphis Misraim con un sistema de 33° altos grados, en lugar de 96° ó 99°.

Históricamente, hubo casos en que por causas diversas la transmisión del grado supremo no había llegado a realizarse, y los hierofantes se impusieron ellos mismos el grado máximo. Ejemplos conocidos son el ya mencionado de John Yarker, y el del historiador e investigador Robert Ambelain, autoproclamado Grado 99°, a pesar de adherir a la línea sucesoria de Constant Chevillon quien había excomulgado con la Bula de París, a los grados del 97° al 99° creados por FUDOSI en 1934.

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado en la Argentina

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, es un rito de masonería que llegó a Argentina con los inmigrantes europeos que arribaron desde Inglaterra, España, Italia, Portugal y Francia. Entre ellos se hallaban militares, comerciantes e intelectuales que iban a fundar las primeras logias de toda América del Sur.
Años después sería el ferrocarril el que traería nuevas oleadas de masones a tierras argentinas.
En 1812, para el momento en que José de San Martín, Carlos María de Alvear y José Matías Zapiola llegaron a Buenos Aires a bordo de la fragata George Canning, la masonería ya estaba implantada.

Los orígenes

Es hacia finales del siglo XVIII cuando aparecieron en Buenos Aires las primeras noticias de las actividades masónicas en el Río de la Plata.
La primera logia en lo que hoy es el territorio argentino, fue la Logia Independencia, que trabajaba con los rituales y bajo autorización de la Gran Logia General Escocesa de Francia.

Según publica la Gran logia de la Argentina de libres y aceptados masones, la Logia Independencia habría estado autorizada desde 1795 y desde su mismo nombre, acusaba en sus integrantes una concepción autonomista para los habitantes de las tierras americanas.
Según se refiere en el libro Episodios Patrios de Francisco Guilló, las actividades de la logia comenzaron en una vieja casona adyacente a la Capilla de San Miguel, donde tiempo atrás había levantado la parroquia el presbítero Juan Gutiérrez Gonzalez y Aragón.
El lugar estaba rodeado de zanjones, que se convertían en grandes obstáculos los días de lluvia, por lo que tanto la capilla como la casona dejaron de utilizarse a poco de comenzar sus respectivas actividades.

Para el año 1810 había aparecido otra logia llamada también Logia Independencia, cuyo Venerable Maestro era Julián Álvarez, y sobre la cual no existen precisiones si habría sido una continuación de la logia homónima o una logia totalmente nueva.
Esta segunda Logia Independencia dirigida por Álvarez es la que suministró los primeros hombres y rituales para la conformación de la Logia Lautaro de Buenos Aires, la primera de tan alta importancia y gravitación en los movimientos libertarios del territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

La Logia Independencia

El historiador Juan Canter de Rocamora ha sugerido que la Logia Independencia jamás habría existido. Sin embargo, a la hora de regresar a Inglaterra el coronel Santiago Florencio Burke - quien había llegado al país como emisario del Primer Ministro británico William Pitt - afirmó que a su salida de Buenos Aires en 1809, fueron a despedirlo sus compañeros de logia a los cuales llamó: las principales personas del lugar, mis viejos amigos de Independencia.


Alcibíades Lappas refutó a Juan Canter y sostuvo que:
"contrariamente a las afirmaciones contundentes de eruditos historiadores, hemos podido comprobar como cierta la existencia en Buenos Aires de una logia denominada INDEPENDENCIA, fundada a finales del siglo XVIII y que obtuvo Carta Constitutiva de la Grande Loge Generale Ecossaise de France, cuerpo este que fue absorbido el 8 de enero de 1805 por el Gran Oriente de Francia, quedando la antes mencionada Logia en libertad de acción sobre su futuro."

En todo lo referido a masonería existe una gran dificultad para conseguir documentos y narraciones fehacientes.
La misma naturaleza de estas sociedades cerradas hace que dichos documentos no salgan a la luz pública, a lo que debemos sumarle las acciones represivas que distintos movimientos políticos y gobiernos, han ejercido sobre aquellas organizaciones que manifiestan algún tipo de ejercicio del librepensamiento.
A este respecto, el español Miguel Morayta Sagrario, afirmaba acerca de la masonería ibérica:
"La historia interna de la masonería española no se ha escrito aún y seguramente no se escribirá nunca; faltan y faltarán siempre los documentos del caso necesario. Durante muchos años las logias no extendieron actas de sus tenidas, ni firmaron siquiera expedientes de iniciación, se hacía indispensable no dejar rastros de sus actos. ¿Cómo, sin existir archivos narrar las vicisitudes de la Orden? Mas hacedero, si bien no del todo fácil, es historiar sus manifestaciones externas, sus actos públicos, es decir, sus trabajos intentados o cumplidos en el mundo profano."

Hablando de la preexistencia de logias anteriores a Logia Independencia, el autor Efraín Oscar Schmied, en su libro Masonería Universal (p.77), cita lo siguiente:
En 1804 existía en el Virreynato una logia llamada San Juan de Jerusalen, fundada por Juan Silva Cordeiro, a quien secundaban algunos nombres que participarían en la Logia Lautaro y otros que eran miembros del Gobierno de Sobremonte. En una época en que la masonería estaba prohibida, un hecho fortuito hizo que el Virrey se enterara de estas actividades y levantara un sumario secreto para dar a luz la existencia de la logia. Sin embargo Cordeiro, junto con dos hermanos llamados Gómez y Vallejos, le regalaron a la esposa de Sobremonte las alhajas y joyas de la logia, rogándole que las luciera el día de San Juan Nepomuceno. Tres días después el Virrey en persona suspendía los autos y devolvía los elementos rituales.

Fundación de la Gran Logia

La actividad de las logias masónicas en la época de Juan Manuel de Rosas, se hizo conocida por las propias denuncias del gobernador contra ellas. Denuncias que se produjeron a pesar de haber contado entre sus filas a masones de la talla de José Roque Pérez y el canciller Manuel Moreno.
El 11 de diciembre de 1857, se levantaron columnas de la Gran Logia argentina, funcionando sin interrupciones hasta el presente.
No fue fácil acordar los términos de su Constitución, debido al enfrentamiento entre Miguel Valencia y José Roque Pérez. El primero provenía de una familia unitaria que poco tiempo antes había retornado del Brasil luego de un largo exilio, en tanto que Pérez era un federal confeso, que había desempeñado funciones diplomáticas durante el gobierno de Rosas.
Ambos eran abogados y jurisconsultos, y llevaban consigo el peso de sus contactos masónicos en el exterior. Valencia tenía poderes otorgados por la masonería brasileña, mientras que Roque Pérez mantenía estrechas relaciones con la Gran Logia de Montevideo, que en ese momento era el Centro Masónico del Río de la Plata.
En 1932 Miguel Valencia había sido redactor de El Telégrafo comercial, pero debido a la persecución del rosismo, tuvo que huir a Brasil, donde dictó clases en la Facultad de Derecho de Río de Janeiro y trabajó también como periodista.
Luego de la Batalla de Caseros fue miembro de la judicadura y dictó clases en la facultad de Derecho de la ciudad de Buenos Aires. A partir de 1853 formó parte del Senado bonaerense en la fracción anti-urquicista. Las crónicas de la época lo describen como un fogoso orador.

Había sido iniciado en la masonería por Julián Álvarez en la segunda Logia Independencia, y había militado en la masonería chilena y en la del Brasil, formando parte activa de la Logia capitular Regeneración, de Niteroi.
A principios de 1857, y a causa de sus fuertes diferencias con Roque Pérez, creó el denominado Gran Oriente de la Confederación Argentina, pero logró pocos adeptos, ya que la mayoría de los masones del territorio no querían una masonería unitaria.
Antes de finalizar el año, Pérez se había reunido con las tres logias que reconocían la autoridad del doctor Valencia, y las convenció de plegarse a su movimiento. Valencia se quedó solo.
Con las logias que lo acompañaron en todo momento, sumadas a las que habían adherido en última instancia, José Roque Pérez fundó la actual Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.

La nueva Gran Logia encolumnó tras de sí a diversas logias tanto de Buenos Aires como del interior del país. El 11 de diciembre de 1857 firmaron el pacto de unión las logias “Unión del Plata”, “Tolerancia” , “Regeneración”, “Constancia”, “Lealtad”, “Confraternidad Argentina” y “Consuelo del Infortunio”, quedando como Gran Maestre del rito, el jurista y diplomático cordobés José Roque Pérez.

Como político, el jefe de la francmasonería en la Argentina defendió la incorporación de la Provincia de Buenos Aires a la Confederación Argentina, sin tener por ello que aceptar una eventual reforma de la Constitución Nacional Argentina.
Como consecuente federalista se enfrentó en sus ideas a Bartolomé Mitre, a Adolfo Alsina, a Dalmacio Vélez Sársfield, a Domingo Faustino Sarmiento y a Pastor Obligado, alineando consigo en 1860 a ilustres masones como Bernardo de Irigoyen, Marcelino Ugarte, Félix Frías y José Hernández, reclamando el cumplimiento del acuerdo de San Nicolás.

La Gran Logia de Argentina practica el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA), el cual a pesar de llevar ese nombre, tuvo su origen en Francia, con masones que antes habían estado en el actual territorio de EE.UU.
Este rito posee 33 grados y según muchos autores sería el de mayor difusión en la actualidad.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, se enorgullece en afirmar que catorce presidentes de la República, salieron de sus filas. La propia Gran Logia cita algunos nombres como Justo José de Urquiza, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Roque Sáenz Peña y Carlos Pellegrini.

El Supremo Consejo

Si bien a partir del 5 de Diciembre de 1930, el Supremo Consejo Grado 33° se encuentra unido a la Gran Logia de la Argentina, ambos cuerpos no siempre estuvieron juntos. El 22 de abril de 1858, un grupo de masones que había recibido su Grado 33° del Supremo Consejo de Uruguay, conformaron también ese alto cuerpo para la Argentina.

La Carta patente les fué entregada el 5 se septiembre del mismo año. Recién en la Sexta Conferencia Internacional de Supremos Consejos Confederados (París - 1929), una resolución determinó que los Altos Grados no tuvieran participación en las logias simbólicas. Por ello fué ambos cuerpos deciden unirse en diciembre de 1930.

Dos años después, el 15 de septiembre de 1932, la Gran Logia y el Supremo Consejo firman su pacto de unión y amistad, con lo cual rubrican definitivamente su compromiso de trabajar en forma mancomunada, a la vez que respetando la independencia y la autarquía de cada cuerpo.

El rito en la actualidad

Si bien el fuerte compromiso social del siglo XIX ya no se manifiesta en la masonería, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado continúa funcionando en la Argentina, en forma mas abierta y conservando solamente la discreción en sus actos, sin manejarse en secreto.
El comienzo del siglo XXI encontró a la Gran logia de la Argentina de libres y aceptados masones, más cerca que nunca de la Iglesia católica, habiendo logrado estrechar contactos con la Cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina desde abril del año 2000.

La página web oficial de la Gran Logia, declara que en la Argentina funcionan:
En la Ciudad de Buenos Aires, 69 logias.
En la Provincia de Buenos Aires, 17 logias.
En el interior del País, 60 logias.
Los contactos con la Iglesia fueron comenzados al momento en que la suprema autoridad del Rito estaba en manos de Jorge A. Vallejos.
Desde el año 2008, el Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de libres y aceptados masones es Ángel Jorge Clavero.

Junto a estas logias regulares, funciona además una masonería femenina que comenzó con Logias de adopción y actualmente trabaja en forma independiente. Los grupos que suscriben a la Gran Logia, no practican masonería mixta.

En 1997 se estableció en Buenos Aires la primera logia netamente femenina bajo el nombre de Tres Rosas. En el año 2000 fundaron la Logia Aurora del Plata, y en 2002 la Logia Cibeles, con la que finalmente pudieron crear la Gran Logia Femenina en julio de ese año.

Paralelamente existen en distintos puntos de la Argentina, otros grupos - algunos de ellos mixtos - que trabajan en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Varias de estas logias se nuclean en el Gran Oriente Federal de la República Argentina (GOFRA), o dependen de alguna Obediencia en el extranjero, que generalmente adhieren a la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMaS).

A nivel de contactos internacionales, estas logias y Grandes Orientes que no dependen de la Gran Logia Unida de Inglaterra, dependen en forma directa de CLIPSAS, o llegan a ella a través de Grandes Orientes reconocidos como es el caso del GOFMU (Gran Oriente de la Francmasonería Universal).

Sus Rituales pueden diferir de los utilizados por la Gran Logia de la Argentina, y a veces se asemejan al usado en los trabajos del Gran Oriente de Francia.